El diplomático llama a que las dos naciones combatan la violencia fronteriza
México y EU deben luchar juntos para recuperar comunidades del narco: Garza
Ampliar la imagen Enrique Cázares, segundo de la izquierda, y originario de México, celebra la obtención de la nacionalidad estadunidense, al igual que otras 8 mil 700 personas de 100 países Foto: Reuters
México y Estados Unidos deben unir fuerzas y enviar un mensaje claro a los delincuentes de que ninguno de los dos países tolerará la violencia en sus fronteras, afirmó ayer el embajador estadunidense en México, Antonio Garza, durante la inauguración de un laboratorio forense en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Ante el gobernador del estado, José Reyes Baeza, el diplomático subrayó que ambas naciones también deben estar juntas para "recobrar las comunidades que han caído en manos del narcotráfico" y, tal como señaló la semana pasada, insistió en que en algunas zonas existe un estado casi carente de ley.
No obstante, Garza puntualizó enseguida que el crimen en la frontera es una preocupación y una responsabilidad compartida por los gobiernos de los dos países. Ambos, apuntó, trabajan unidos para fortalecer la seguridad fronteriza y mejorar los esfuerzos de ejecución de la ley e insistió en que todavía hay mucho por hacer.
Con respecto al laboratorio forense, Garza opinó que es un logro importante en la lucha por aumentar la confianza de los ciudadanos en el sistema de justicia. Esta herramienta, dijo, ayudará a resolver casos y a llevar peligrosos delincuentes ante la justicia. Confió en que el laboratorio también será de utilidad para ayudar en las investigaciones de cientos de casos no resueltos de asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez.
Enseguida ofreció a Chihuahua el apoyo de su país y para todas las entidades fronterizas que "demuestren interés en combatir la violencia". Garza planteó que con Chihuahua se buscará cumplir con el objetivo de transitar hacia un sistema de justicia penal público, oral y confrontativo.
Lo anterior porque el crimen en la frontera México-Estados Unidos es una preocupación y una responsabilidad compartida, apuntó, para luego referirse a la reunión que tuvo lugar el jueves pasado en Laredo, Texas, entre funcionarios de justicia y diplomáticos de las dos naciones. Ahí, dijo, se solicitaron a la delegación mexicana respuestas inmediatas al brote de violencia en la zona fronteriza, incluyendo el regreso de las fuerzas federales en número significativo a Nuevo Laredo, así como acciones rápidas a peticiones de arresto que en el pasado ha presentado Estados Unidos.
De igual manera, el embajador mencionó que su país ofreció el apoyo a su contraparte para lograr la aprehensión de los asesinos de funcionarios de justicia, agentes judiciales o de investigación mexicanos. "Son demasiadas las personas valientes y comprometidas que han perdido la vida por su compromiso con la protección de la gente inocente", indicó.
Garza resaltó entonces la importancia de que México y Estados Unidos unan fuerzas para enviar un mensaje claro a todo delincuente -narcotraficantes, asesinos y explotadores sexuales de mujeres y niños- de que "no toleraremos la violencia en ningún lado de la frontera. Nos enfrentamos a criminales osados e inhumanos, que no conocen fronteras internacionales.
"Juntos debemos luchar en contra de ellos con todos nuestros recursos, para recobrar nuestras comunidades de las manos de los capos del narcotráfico y pandillas armadas, que nos han llevado a un estado casi carente de ley en algunas partes de la región fronteriza."
Pasó luego a enumerar algunas de las actividades que de manera conjunta han realizado los gobiernos de Estados Unidos con el de Chihuahua. Además de la instalación del laboratorio, existe un acuerdo para que expertos forenses mexicanos se capaciten con sus colegas estadunidenses de la Procuraduría General de Nuevo México y de la Universidad Baylor, en Waco, Texas, mencionó el embajador Garza.