¿Así es la política?
1. Hay que esforzarse por entender los guiños de los contrincantes políticos. Esos guiños llevaron a negociar condiciones aceptables para la celebración del Grito de la Independencia, para el desfile del 16 de septiembre y para la realización de la convención nacional democrática. No es suficiente, dadas las exigencias que los graves problemas nacionales y el contexto internacional le imponen a las elites políticas. Pero frente a los extremistas y los cínicos es importante reivindicar el papel de la política para dirimir los conflictos sociales.
2. La coyuntura actual nos impone tres retos centrales: primero, encontrar nuevos arreglos institucionales que permitan gobernar la pluralidad sin reprimir la iniciativa social, pero también dirigiéndola para que no se pudra ni se desintegre. Segundo, desmontar las fortalezas del autoritarismo político que sobreviven a la alternancia, porque, como se ha visto, no bastan reglas electorales transparentes cuando sobreviven núcleos autoritarios que terminan por dañar a las instituciones. Tercero, fortalecer y fomentar el desarrollo de la ciudadanía libre. Las tres tareas tienen en común el horizonte de las instituciones. Es decir, reglas del juego aceptadas socialmente. Unas instituciones se expresan en leyes y códigos. Otras, en normas sociales y acuerdos informales repetitivos. Por esto mismo las instituciones no son inmutables. Cambian y se cambian. El acuerdo central tiene que ver con el cómo se cambian. Para esto se requiere una base de común entendimiento. Ësta a su vez requiere de un grado importante de confianza, probablemente el bien político que más está escaseando hoy. Entonces, ¿cómo avanzar para enfrentar adecuadamente esos tres retos? En este artículo quisiera referirme a una de tres condiciones. No se trata de gradualidad versus maximalismo. Se trata de diferenciar y de distinguir para resolver problemas distintos.
3. Primero, entender a los otros. La coalición Por el Bien de Todos (CBT) se ha desdoblado en tres niveles: sus fracciones legislativas, el Frente Amplio Progresista y el movimiento opositor surgido de la convención nacional democrática. Es un arreglo institucional entre las fuerzas de la antigua CBT y sus multitudinarios y diversos seguidores: uno, para canalizar la movilización social; otro, para enfrentar en mejores condiciones las próximas competencias electorales, y otro nivel, para traducir demandas sociales y ganancias electorales en negociaciones políticas y propuestas legislativas. ¿Asi se pensó? Lo dudo. Así se argumenta expost. El móvil central de este arreglo institucional fue encontrarle acomodo a todas las corrientes políticas de esa coalición para evitar las escisiones o los desprendimientos a los cuales estaban apostando en la coalición de derecha.
4. En dicha coalición, la corriente del Presidente electo formada por un panismo no doctrinario pero sí expresivo de una militancia partidista, enfrenta varios retos. Primero, marcar la distancia con el presidente Fox y su equipo. Se trata, no debe olvidarse, de un presidente con un grado alto de aceptación ciudadana expresada en las encuestas y con un alto grado de rechazo en un sector muy importante de los ciudadanos movilizados y de las elites políticas. Otro reto del equipo de Calderón es marcar su distancia, si busca tener autonomía política, con los grupos empresariales que lo apoyaron. Para decirlo mediante una imagen: dado que Calderón es un liberal en lo económico, debe asegurar su compromiso con el tránsito hacia un capitalismo competitivo, alejándose del "capitalismo de los compadres" que hoy prevalece. Frente al grupo que se ha identificado con la extrema derecha, El Yunque, que tiene peso político en la dirección del PAN, tiene también que tomar sus distancias, sobretodo discursivas. Tanto el discurso de Calderon en la plaza México como varias de las intervenciones del presidente del PAN pueden asumirse como invitaciones a la confrontación más que como llamados a la negociación.
5. Hay ciertos suaves guiños -no podría ser de otra manera- para tomar distancia con el presidente Fox, por ejemplo, mediante el asunto de Oaxaca. Hay más que guiños: acciones para no sólo marcar distancias sino recomponer la dirección política del PAN: la concentración de todos los miembros de la corriente calderonista que ocupaban puestos partidarios al equipo de transición. No está todavía claro el tipo de relación que espera mantener con los distintos grupos empresariales. Más aun, la definición central en este campo, que además definirá el verdadero contorno de la coalición de derecha, es cuál es la política económica del nuevo gobierno y quiénes serán sus instrumentadores. Creo percibir una intención por convertir al Congreso de la Unión en el campo privilegiado de las negociaciones y a los partidos políticos en los interlocutores principales de las alianzas políticas. La hipótesis de que habrá desprendimientos importantes en la ex CBT o en el PRD con quienes se podría pactar acuerdos políticos me parece equivocada. El arreglo institucional que surgió entre el 15 y 16 de septiembre es un poderoso incentivo para que ninguna fuerza representativa del CBT negocie por su lado con el gobierno entrante.
6. Con todos los guiños del mundo y las estrategias que se estén diseñando, la coalición de izquierda vertebrada alrededor del PRD y la coalición de derecha vertebrada alrededor del PAN, tendrán que decidir si contra los pronósticos deciden saltar las barreras del conservadurismo político y pactan un acuerdo de largo alcance centrado en la decisión de desmontar los núcleos estatales del autoritarismo, que es el verdadero y fundamental bloqueo, para romper la parálisis económica y política; o dejan que las distintas corrientes, parlamentarias o no, que habitan y fragmentan a todos los partidos definan el ritmo político de la Nación a partir de un juego ya de por sí inverosímil por grotesco, de toma y daca, de acuerdos en lo oscurito y de extrema cortedad de miras. ¡Ah, pero es que así es la política!