Arroja 1% de gases de efecto invernadero del total mundial, según informe de la IEA
México, principal emisor de dióxido de carbono en AL y el Caribe
La deforestación y la urbanización han provocado cambios en el ciclo del compuesto
Debe ser un tema prioritario de la agenda internacional sobre el calentamiento global, alertan expertos de la UAM y el GCP
La creciente deforestación, el uso indiscriminado de los combustibles fósiles, los cambios en el uso de suelo y el aumento de la urbanización en el mundo han propiciado cambios en ciclo del carbono en el medio ambiente, factor que debe ser considerado tema prioritario en la agenda internacional relacionada con el calentamiento global y la emisión de gases de efecto invernadero, alertaron especialistas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y del Proyecto Global de Carbono (GCP, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con cifras de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés), tan sólo en 2001 fueron arrojados a la atmósfera 24 mil millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), producto del uso de combustibles fósiles.
Por lo que respecta a América Latina y el Caribe, las emisiones de gases de efecto invernadero no son generadas en igual proporción por todos los países de la región, ya que poco más de 70 por ciento provienen de cuatro naciones: Brasil, México, Venezuela y Argentina, y si además se consideran las emisiones de Colombia y Perú, el porcentaje alcanza 83 por ciento.
En el caso de México se estima que cada año aporta alrededor de 444 millones de toneladas, ubicándose en el primer lugar de emisiones de gases de efecto invernadero en el subcontinente con uno por ciento de las emisiones mundiales.
Un informe reciente sobre el cambio climático en América Latina y el Caribe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente revela que nuestro país no sólo es el principal emisor de CO2 en la región, sino que 30.6 por ciento de sus emisiones son producto del cambio en el uso de suelo y la silvicultura, seguida por las industrias energéticas y de procesamiento, con 24.4; de transporte, con 21.3 por ciento, y otras industrias (particularmente del cemento y la metalurgia), con 14.6 por ciento.
Patricia Romero Lankao, investigadora de la UAM-Xochimilco, aseguró que con la deforestación y el cambio en el uso de suelo han desaparecido reservorios naturales de CO2, ya que el carbono es capturado por océanos, suelo o vegetación, a lo que se suma un cambio en la distribución urbana, ya que antes eran metrópolis concentradas y ahora son "policéntricas, donde además de una zona central hay áreas satélites como el caso del Distrito Federal, rodeado por Puebla, Toluca, Cuernavaca y Querétaro".
Situación en el Distrito Federal
Si bien reconoció que en la capital del país las emisiones de CO2 no son tan elevadas, con un promedio de 3.6 toneladas por habitante al año, en comparación con otras grandes urbes como Los Angeles, California, con 17 toneladas per cápita al año, "es urgente buscar alternativas de desarrollo que no dependan de los combustibles fósiles".
En la reunión de especialistas de la GCP y la UAM se destacó que en el planeta los países más desarrollados, integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, son responsables de 52 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, le siguen las naciones integrantes de la ex Unión Soviética con 14 por ciento, China con 13 y América Latina y el Caribe con 4 por ciento. Sin embargo, sobresale Estados Unidos, con 5 mil 500 millones de toneladas al año, lo que convierte a este país en el mayor generador de CO2.
Al respecto, Josep Canadell, director ejecutivo de GCP, aseguró que el cambio climático ocurre más rápido de lo anticipado, pues en los cinco años recientes "hemos tenido las temperaturas más altas en la historia, ya que se estima que aumenta 0.2 grados centígrados cada década desde finales del siglo XVIII".
Reconoció que el factor más importante para acelerar el cambio climático en el planeta es el incremento de las emisiones de CO2 en la atmósfera, tanto por el uso de combustibles fósiles como por la deforestación en los trópicos, particularmente en la Amazonia, Africa e Indonesia, ya que "tan sólo en 2005 se produjeron 1.5 billones de toneladas de dióxido de carbono como consecuencia de la deforestación de la Amazonia y de las áreas boscosas de Indonesia".
El cambio climático, advirtió, afecta menos a las naciones desarrolladas porque cuentan con recursos económicos suficientes para adaptarse a las condiciones y tomar medidas pertinentes, pero los países más pobres del planeta o en vías de desarrollo carecen de los recursos para enfrentar los efectos del calentamiento global y sus consecuencias en el medio ambiente, por lo que consideró necesario impulsar nuevas fuentes de energía no contaminante.