DISQUERO
Las flores del bien
La filmografía del maestro Jim Jarmusch contiene el aroma de epoyéyicas bandas sonoras en sus piezas magistrales de cine. Cualquiera de sus cintas remite a una atmósfera ecléctica y variopinta de sonidos surgidos del misterio y el encanto. La magia de Ghost god. The way of the samurai, con músicas del mundo atronadoras, géiseres, volcanes en estallido; la metafísica de Dead Man, con la música de maese Neil Young, de quien filmó la gira Year of the horse.
La sabiduría sonora de Jarmusch queda de nuevo de manifiesto en su reciente pieza, Broken Flowers, cuyo soundtrack es también oro molido. Nuevamente la complicidad del moreno Mulatu Astatke, músico etiope de cerebro como géiser, pulso nativo de clepsidra, se vierte en esta banda sonora donde convive con el sonido alucinógeno del legendario Sleep, artífice del rock duro y conceptual, en alto contraste con el Pie Jesu del Réquiem de Fauré. Las regresiones existenciales de ese Don Giovanni moderno que encarna Bill Murray, incluyendo esa escena extática con la hija del personaje que encarna Sharon Stone, completan un paisaje sonoro formidable, que puede disfrutarse en retrospectiva de las imágenes en este soundtrack grandioso.