Ocupan 5% del mercado privado y 70% del público, 8 años después de su lanzamiento
AMIIF: fármacos GI, con beneficios "muy limitados" para sectores de bajos recursos
Ocho años después de su introducción al mercado mexicano de medicamentos, los Genéricos Intercambiables (GI) apenas representan 5 por ciento del mercado privado de medicinas, por lo que los beneficios en calidad y precio para los sectores de menores recursos económicos son muy limitados, aseguran empresas trasnacionales.
Los GI son productos con una eficacia curativa de enfermedades equivalente a la de los medicamentos innovadores que produce la industria farmacéutica transnacional. Su precio es casi 50 por ciento más bajo con respecto a los originales.
Ayer Gustavo Hernández Verde, director de comunicación y Asuntos Científicos de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF) reconoció que para los laboratorios trasnacionales los GI representan una competencia que los obliga a tener siempre mejores productos y servicios, lo cual conviene a los consumidores.
Sin embargo, advirtió sobre algunas desventajas de los fármacos GI, porque si bien éstos acreditan con pruebas de intercambiabilidad su equivalencia con las medicinas desarrolladas luego de más de 10 años de investigación, algo que no está previsto en la ley ni en el reglamento es que los GI no son intercambiables entre sí.
Lo anterior significa, explicó, que en cada sustancia se comprueba que en un rango determinado tiene un mecanismo de acción dentro del organismo igual al de los innovadores. Pero las variaciones, por arriba o debajo de ese rango, se traducen en que una misma tableta -por ejemplo- elaborada por diferentes laboratorios puede funcionar de distinta forma en cuanto a tiempo de absorción y nivel de concentración en el torrente sanguíneo.
De acuerdo con Hernández Verde, en los padecimientos que requieren dosis de medicamentos exactas para garantizar su control, como es el caso de la hipertensión arterial o la epilepsia, existe un riesgo para la salud si el paciente recibe medicamentos elaborados por diferentes laboratorios, porque en algunos casos estará tomando productos con un mecanismo de acción que rebase las necesidades de su enfermedad, y en otros, no tendrá el efecto esperado en el control de la misma.
Podría suponerse, indicó el ejecutivo, que los médicos tienen esta información y podrán orientar a sus pacientes al respecto, aunque habrá que preguntarse qué pasa en las instituciones públicas de salud, que en cada licitación compran a diferentes proveedores, señaló.
De acuerdo con información de la Secretaría de Salud (Ssa), el catálogo de GI contiene 377 denominaciones genéricas en tres mil 615 diferentes presentaciones. Participan en este sector 143 laboratorios. Con estos números resulta que los GI ocupan 5 por ciento del mercado privado de medicamentos, aunque en el sector público el porcentaje se ubica en alrededor de 70.
Lo anterior debido a la resolución del Consejo de Salubridad General de que las instituciones del sistema nacional de salud privilegien la compra de los GI por encima de los productos innovadores.
Al participar en el seminario Diferencias entre los medicamentos que existen en el mercado mexicano, Hernández Verde también se refirió a la reforma del artículo 376 de la Ley General de Salud, efectuada en febrero de 2005, según la cual los registros sanitarios se deberán renovar cada cinco años y en todos los casos los medicamentos deberán acreditar las pruebas de intercambiabilidad, es decir, convertirse en GI.
El funcionario de AMIIF resaltó que el proceso de renovación de los registros tiene un atraso de casi dos años, debido a que la Ssa no ha dado a conocer la lista de las pruebas a que deben someterse los fármacos.
Anticipó que en esas condiciones es probable que los laboratorios requieren una ampliación del plazo previsto en la ley para la renovación de sus registros. Inicialmente ha señalado la Ssa, el proceso tendría que estar concluido en 2010.