Mi hijo no intenta juzgar, plantea situaciones, dice
Proyecta San Sebastián filme del francés Fougeron
Ampliar la imagen Andoni Saavedra, novillero de 17 años, practica cerca del auditorio Kursaal en San Sebastián, donde se realiza el encuentro fílmico Foto: Reuters
San Sebastián, 25 de septiembre. Sin sorpresas se ha desarrollado el Festival Internacional de Cine Donostia-San Sebastián, que en su edición 54 presentó la primera película de Martial Fougeron, Mon Fils à Moi (Mi hijo), en la que el realizador francés muestra el obsesivo amor de una madre hacia su hijo. Asimismo se proyectó The Old Garden (El jardín viejo), del cineasta de Corea del Sur Im Sang-soo, ambientada en los años 80, en que impera una dictadura represiva.
Después de consultar documentales sobre violencia familiar, Fougeron se arriesga a realizar el rodaje de Mi hijo, en la que un niño padece las consecuencias del amor enfermizo de su madre. "No sé si lo que elegí es correcto, no juzgo a nadie. Sólo presento a una mujer neurótica y, más que en la violencia física, me centré en la sicológica, que es algo difícil de manejar en un adolescente", expresó el realizador.
La violencia, la neurosis y la educación de los hijos son algunos de los parámetros que tomó en cuenta Fougeron para crear el personaje de la madre, que interpreta la actriz Nathalie Baye. "Nos interesó mostrar la relación entre madre e hijo. Intenté una película que no juzgue a nadie, que planteé ciertas interrogantes, pero al realizar el guión preferimos resaltar la figura de la mamá para describir las relaciones diferentes que existen en la familia", agregó.
Ausente la figura paterna
En esta relación, que llega a ser insoportable para el hijo, interpretado por Victor Sevaux, la figura paterna está ausente. Vemos en la pantalla a un padre que sólo en una escena defiende a Julien, quien es agredido por la madre. En opinión del cineasta, si hubiese mostrado al padre que también riñe con la familia exageraría la historia, además de que el punto central es el amor excesivo de la madre.
"Siempre me han atraído las historias de amor excesivo que me cuentan. Las historias de madres acaparadoras. La película quiere mostrar lo que une a esos dos seres, sobre todo cómo una mujer puede arrastrar a su hijo al exceso, someterlo a su propia desmesura".
Sobre su participación en el largometraje, Victor Sevaux, de 14 años, expresó que fue genial trabajar con Baye, aunque lo más difícil de su personaje fue dominar los gestos, pues tenía escasos diálogos. "Lo más difícil en el rodaje fue la concentración; en ese personaje no hay diálogos y la mirada era muy importante en la interpretación, intercambiar miradas con Nathalie. Los diálogos no eran complicados y era fácil improvisar".
Al final, Fougeron reconoce que nada es sencillo y que el amor de una madre por su hijo va más allá de la incomprensión y de las crisis, inclusive por medio del odio y el drama es eterno.
Una historia de amor con trasfondo político
En The Old Garden, Im Sang-soo utiliza de trasfondo un movimiento político para contar una historia de amor en la que el director refleja esa búsqueda de identidad de una Corea del Sur confundida por los acontecimientos. La película está basada en una novela de literatura contemporánea, en la que Hyun-woo, tras escapar del motín de Kwangjy, se esconde en la casa de Yoon-hee, y se enamoran.
Sang-soo escribió su primer largometraje, Girls'night Out, en 1998, al que le siguen Tears, A Good Lawyer's Wife, que se presentó a concurso en Venecia en 2003, y The President's Last Bang, que el año pasado se presentó en la Quincena de Realizadores de Cannes.
En la sección Zabaltegi se presentó Bamako, del director Abderrahmanes Siisako, que aborda la forma en que la sociedad civil africana acusa al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional de los males que afligen a Africa.