Usted está aquí: viernes 29 de septiembre de 2006 Política Chocan 5 años de promesas con la pared ordenada por el Capitolio

Que todo siga igual, el mejor de los escenarios

Chocan 5 años de promesas con la pared ordenada por el Capitolio

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Washington, 28 de septiembre. Cinco años después de que George W. Bush y Vicente Fox prometieran un acuerdo bilateral sobre migración basado en una era de cooperación binacional sin precedente y más de un año después de grandiosas promesas para promover una reforma integral sobre el tema que "respetará la dignidad de los migrantes", todo ha culminado en un muro, o en el mejor de los casos, en nada.

Las fuerzas antimigrantes y una mayoría de legisladores republicanos triunfaron al reducir el debate a un enfoque sobre los migrantes como "amenaza a la seguridad nacional". Con ello, han logrado derrotar en el terreno político-electoral a la gran alianza entre sindicatos, cámaras de comercio, religiosos y defensores de derechos inmigrantes, una coalición bipartidista de legisladores y hasta, en cierta medida, al propio presidente, junto con las movilizaciones de millones de migrantes sin precedente en este país, todo lo cual había llevado a lo que sólo hace unos meses parecía la primera reforma migratoria en 20 años.

Pero a pesar de la aprobación de un proyecto en el Senado a mediados de este año que incluía un programa de trabajadores huéspedes y un mecanismo limitado para regularizar la estancia en el país de algunos de los 12 millones de inmigrantes sin papeles que hay, y a pesar de la insistencia del propio Bush por lograr una reforma limitada este año, el liderazgo republicano en el Congreso logró no sólo descarrilar esas propuestas, sino revertir este impulso político. Nutriendo el temor, el racismo y la inseguridad, políticos y fuerzas antimigrantes han generado un clima contra éstos en varias esquinas del país con el propósito de usar el tema para fines electorales.

Así, antes de las elecciones de noviembre, el Congreso sólo considera medidas de seguridad para la frontera, y el gran símbolo de este triunfo es un muro. La Cámara de Representantes ya aprobó la construcción de una barda de un total de más de mil kilómetros de extensión en los límites con México, y en las próximas horas el Senado podría hacer lo mismo. Bush ya ha indicado que promulgará esa ley si es aprobada por ambas cámaras.

Sin embargo, todo podría culminar en nada. Mientras algunos senadores que antes apoyaron la reforma limitada aprobada hace unos meses, ahora están dispuestos a votar en favor del muro alegando que es "un primer paso", y prometen retomar otras medidas como el programa de trabajadores huéspedes que tanto Bush como Fox desean, otros señalan que por el momento hay dos opciones: una mala y otra peor.

Pero ahora resulta que otro proyecto aprobado esta noche podría tener efectos en inmigrantes en Estados Unidos, legales e indocumentados. El Boston Globe reporta que la ley sobre detenidos en la guerra contra el "terrorismo", contiene medidas que podrían anular el derecho de inmigrantes a defenderse ante un tribunal si son acusados de ser "combatientes enemigos".

La medida permite que los no ciudadanos dentro del país puedan ser detenidos de manera indefinida, sin apelar al sistema judicial, hasta que concluya la llamada "guerra contra el terrorismo".

Por un lado no hay nada parecido a una "reforma" y sólo un sentimiento más antinmigrante; por el otro, un muro y más migra. Para colmo, ahora los migrantes podrán ser acusados de ser "combatientes enemigos".

En esto culminan las buenas relaciones entre México y Estados Unidos tan elogiadas por ambos gobiernos desde 2001.

 
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