El secretario de Hacienda obstaculiza que la telefónica de Slim ofrezca triple play
Gil Díaz, ex de Avantel, y Cerisola, ex de Telmex, en pugna por concesión
Subyace el interés por la posible apertura de más cadenas nacionales de televisión
El secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, urgió a su contraparte de Comunicaciones y Transportes, Pedro Cerisola y Weber, a entregar la información necesaria para establecer los beneficios económicos que obtendría el gobierno federal, en caso de que se autorizara modificar el título de concesión de Teléfonos de México (Telmex) para permitirle ofrecer servicios de televisión restringida.
Pugna entre Gil Díaz, ex director general de Avantel, versus Pedro Cerisola, ex directivo de Telmex, que ahora se lleva al plano de la administración pública. Para la Secretaría de Hacienda, la SCT no ha señalado, en ningún documento u oficio, ''cuál es la causa forzosa e inevitable'' para que se modifique el título de concesión de Telmex y pueda estar en condiciones de ingresar al mercado televisivo.
Mediante la publicación de un Acuerdo de Convergencia, la SCT busca abrir los espacios para que cualquier empresa de telecomunicaciones ofrezca servicios de voz, datos y video, también conocido como triple play. El caso de Telmex es el único donde se hace necesaria la modificación de su título de concesión, pues expresamente se le prohíbe incursionar en el mercado televisivo.
Para la SCT esa modificación sería sólo un trámite, pero a principios de este mes la Secretaría de Hacienda se opuso a eliminar del título de concesión de Telmex las restricciones que le impiden ofrecer a sus suscriptores servicios de televisión.
Apenas el 4 de septiembre, Gil Díaz envió una carta a Cerisola donde le hace ver que para efectuar esa modificación los accionistas de control, en este caso la familia del empresario Carlos Slim Helú, tendrían que pagar un diferencial entre el precio al que compraron los títulos de Telmex en 1990 y los beneficios que recibiría al obtener la posibilidad de ampliar su gama de servicios.
Para analistas de telecomunicaciones, en el asunto subyace el interés que ha despertado la posibilidad de que en un futuro cercano la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) abra el proceso de licitación para una tercera y hasta una cuarta cadena nacional de televisión abierta.
Pero en los hechos eso se dejará para el próximo sexenio, pues el tema forma parte del plan de 100 acciones para los primeros 100 días de gobierno propuesto por Felipe Calderón, que en su punto 41 plantea: ''se identificarán las ciudades susceptibles de ser atendidas con nuevos servicios de radio y televisión, tanto comercial como cultural, educativa, comunitaria y oficial, a efecto de iniciar los procedimientos de licitación pública o (asignación de permisos), según se trate, durante el primer semestre del 2007''.
Actor de última hora
Para abrir el campo del triple play, la SCT inició un proceso de consultas que permitieran definir un Acuerdo de Convergencia de Servicios Fijos de Telefonía Local y Televisión y Audio Restringidos que se Proporcionan a través de Redes Públicas de Telecomunicaciones Alámbricas e Inalámbricas (Acuerdo de Convergencia). Este proceso fue impulsado por la SCT, pero liderado por la Comisión Federal de Mejora Regulatoria.
Un día antes de que este organismo diera su dictamen final, el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, envió una carta a Pedro Cerisola exponiéndole la necesidad de aplicar a Telmex una contraprestación económica en caso de eliminarle las restricciones para incursionar en los servicios de televisión.
Cerisola y Weber respondió el 7 de septiembre, refutando los razonamientos expuestos por Gil Díaz para establecer dicha contraprestación.
El pasado miércoles 27, Gil Díaz reiteró su posición de elaborar para la Comisión Intersecretarial de Desincorporación los estudios y dictámenes económico-financieros para determinar los beneficios económicos que el gobierno recibirá a cambio de modificar el título de concesión de Telmex ''antes de continuar con el trámite de expedición del Anteproyecto del Acuerdo de Convergencia''.
Las limitaciones a Telmex para ofrecer servicios de televisión, argumenta Gil Díaz, influyeron en el precio obtenido por el gobierno federal con la privatización de la telefónica.