El funcionario siempre estuvo alejado de lo que pasaba en las escuelas, acusan expertos

Graves retrocesos educativos, característica de la gestión de Gómez-Morin en la SEB

Careció de proyectos pedagógicos y privilegió la competencia por dinero: Díaz Barriga

Sólo produjo discursos, creyendo que éstos transformarían la realidad de la enseñanza: Cero en Conducta

KARINA AVILES

La gestión de Lorenzo Gómez-Morin al frente de la subsecretaría de Educación Básica (SEB) -que dejará a partir del próximo día 1º de octubre- se caracterizó por importar experiencias extranjeras bajo la hipótesis del Banco Mundial de que basta con poner "bolsas de dinero a concurso" para elevar la calidad; sin embargo, los programas impulsados bajo esa perspectiva dejaron en evidencia que "el mejoramiento de los sanitarios no necesariamente influye en que los alumnos tengan mejores clases", expresaron especialistas en la materia.

Al hacer una revisión de la administración de Gómez-Morin, quien en breve será empleado de una fundación, los expertos coincidieron en que se trató de una gestión "tecnocrática", alejada de lo que pasa en las escuelas y, lo peor de todo, con graves retrocesos para el sistema educativo.

Mejorar los sanitarios, gran logro ''educativo''

En entrevistas por separado, el ex director del Centro de Estudios sobre la Universidad (Cesu) de la Universidad Nacional Autónoma de México, Angel Díaz Barriga, destacó la ausencia total de proyectos pedagógicos para la mejora del aprendizaje de los estudiantes y de estrategias de enseñanza del maestro. En cambio, cuestionó, el principal impulso que dio la SEB, fue para proyectos en los que se fomentó la competencia por dinero, bajo la falsa creencia de que eso mejora la enseñanza.

Ejemplo de ello es el Programa Escuelas de Calidad (PEC) que "mexicanizó experiencias de algunos países de América Latina con la hipótesis del Banco Mundial de que poner bolsas de dinero a concurso, eleva la calidad".

Bajo esa perspectiva, los apoyos económicos del PEC, de acuerdo con las evaluaciones realizadas a ese programa, se canalizaron a la infraestructura. ''Y se dice que mejoraron los sanitarios, pero esto, ¿qué relación tiene con la calidad de la educación en términos de la mejora del aprendizaje?", insistió.

Precisó que no es que no se deba invertir en las condiciones físicas de las escuelas. Por el contrario, dijo, esa es una responsabilidad constitucional del Estado que no tendría que depender de programas porque la mejora de la infraestructura es una condición a priori.

Lo mismo ocurrió con Enciclomedia. La subsecretaría dice que se "aplicó en tantas escuelas, nada más porque se entregó equipo, pero no sabemos si los procesos de aprendizaje de los niños que tienen un curso por Enciclomedia es mejor que un curso tradicional", añadió.

Y si se habla de la Reforma de la Educación Secundaria (RES), también se cometieron errores estratégicos porque la SEB no se dio a la tarea de discutir y legitimar la reforma en los distintos núcleos. "Y, cuando se vio cuestionada, fueron a traer a un grupo de españoles que ha estado involucrado en otras reformas de América Latina, como si en México no hubiera tantito cerebro gris para poder consultar".

Afirmó que fueron importadas experiencias extranjeras, pero a partir de mediadores mexicanos, quienes son el mismo equipo que "ha estado detrás de la educación en varios sexenios". Y entre otros nombres, mencionó a los de Julio Rubio, Enrique Villa, Antonio Argüelles, José Treviño, Rafael Rangel Sostman y Sylvia Schmelkes. Ya es hora, añadió, de "exigir cuentas a nuestras colegas investigadores porque también deben corresponsabilizarse de lo que pasa en la educación".

No basta una Enciclomedia

Por su parte, el director de la revista especializada en educación, Cero en Conducta, Rodolfo Ramírez, manifestó que se observa el final de una administración que realizó "sus acciones con un desconocimiento profundo de la realidad educativa, del funcionamiento real de las escuelas, de la dinámica del sistema". En particular, la SEB encabezada todavía por Gómez-Morin, se dedicó a producir discursos como si ellos transformaran la realidad de la enseñanza.

Y, por otra parte, debilitó las capacidades de dirección y gestión que tiene la secretaría "exaltando un federalismo laxo que en realidad significa desresponsabilizarse de sus tareas fundamentales".

Asimismo, observó que los resultados de las evaluaciones de PISA y las del propio Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) no fueron tomadas en cuenta para corregir los problemas centrales de las políticas educativas.

Así, dijo, la SEB hizo caso omiso de sus propias evaluaciones. Tal es el caso del PEC que, "en poco tiempo, se demostró que es un programa de suministro de recursos pero no de transformación pedagógica; o el caso de Enciclomedia, donde con gran ingenuidad se parte de la idea de que la presencia de una enciclopedia -porque eso es- va a transformar las prácticas educativas. Y como estos se pueden citar más ejemplos", finalizó.