Ante el avance de los fundamentalismos, nuestra gesta se fortalece: Elizabeth Maier
El feminismo se disputa los sentidos culturales de una sociedad
Urge frenar la violencia contra las mujeres, dice la coordinadora de la antología De lo privado a lo público
Llama a concientizar a niños, jóvenes y adultos sobre las nuevas cuestiones de género
Ampliar la imagen Elizabeth Maier, ayer, durante la entrevista con La Jornada Foto: Luis Humberto González
Frenar la violencia contra las mujeres, buscar alternativas ante el agobio laboral que éstas padecen e impulsar programas para que los hombres replanteen el papel frente a ellas constituyen los principales retos del feminismo.
Así lo asegura Elizabeth Meier (Nueva York, 1945), docente e investigadora de El Colegio de la Frontera Norte.
La coordinadora del libro De lo privado a lo público: 30 años de lucha ciudadana de las mujeres en América Latina (Siglo XXI Editores), que se presentó anoche en la ciudad de México, explica en entrevista con La Jornada que el feminismo ''es un movimiento que, aunque con tintes políticos, se disputa los sentidos culturales de una sociedad."
Agobio laboral
En una época en la que los fundamentalismos avanzan, agrega Maier, ''los movimientos libertarios, como el feminismo, se van fortaleciendo.
''Hace tres décadas, el feminismo fue uno de los primeros movimientos globalizados que se iniciaron en un sector de la población conformado por mujeres blancas de clase media, bastante profesionalizadas, con educación universitaria que dijeron 'ya basta'.
''El feminismo entonces se extendió como un fuego en todos los sectores similares, sólo que en los países desarrollados eran sectores mayoritarios; en los países como México se dio en los sectores minoritarios, pero que tenían mucha influencia en la prensa, con amigos en la clase política y diversos vasos comunicantes.
''Por eso el movimiento feminista mexicano, si bien fue bastante reducido en términos de números, tuvo una influencia extraordinaria, levantó ronchas en instituciones poderosas como la Iglesia católica y penetró fácilmente en la prensa, en las universidades. Es decir, influyó en todos los sectores de formación de cultura.
''Ahora, si bien las mujeres han ingresado en las esferas tradicionalmente masculinas, no podemos decir lo mismo al revés. Se ha profundizado la doble o triple jornada de las mujeres: casa, hijos, trabajo, toma de decisiones.
''Entonces, si bien las mujeres han asumido sus derechos, están tan agobiadas por las condiciones en las que esto pasa que no pueden ejercer esta nueva ciudadanía.
''Es algo que debemos atender: qué tipo de programas necesitamos poner en marcha para que los hombres ejerzan su nuevo papel al lado de las mujeres que conocen, defienden y asumen ya sus derechos.
''A veces los hombres se sientes rebasados por la mujer, es una afrenta para su identidad masculina tradicional. Por eso uno de los retos del feminismo es la creación de programas de educación dirigidos a niños, jóvenes y adultos para concientizar y que se analice cuáles son los cambios en cuestión de género que ocurren en la sociedad.
''El Estado todavía no entiende que este proceso de transformación de género no es a voluntad personal, sino parte del reacomodo económico del mundo. Hay desajustes que se están viviendo y que necesitan apoyo para entenderse. Los hombres no saben qué está pasando con su ego o qué requieren, porque no podemos regresar a la época en la que eran los reyes. Eso no va a suceder."
Faltan las voces de las afrolatinas
Uno de los objetivos del libro De lo privado a lo público (reseñado ayer en estas páginas), prosigue Elizabeth Maier, ''es tratar de ser de lo más diverso posible, en términos de las actoras y de los temas. No tuvimos un éxito completo porque no están, por ejemplo, las voces de las afrolatinas, pues la colega que contactamos a última hora no pudo escribir su artículo y quedó ese hueco; no lo parece desde México, pero sí desde República Dominicana, Brasil, o desde todo el Caribe".
Detalla que el volumen incluye un texto alusivo a Haití, ''pero en ese país, como toda la población es afrolatina, no hablan como un sector minoritario porque no lo son, sino como una nación.
''La autora Myriam Merlett analiza la falta de ciudadanía social que padecen las mujeres en Haití, muchas analfabetas, que no terminan la escuela porque la mujer de todas maneras se debe quedar en casa; la pobreza es tan grande que todo mundo padece una falta de ciudadanía social, pero más las mujeres.
''La problemática que presenta en cada uno de los textos del libro realmente pertenece a todos los países. Por ejemplo, el artículo que se refiere a México, de Ana Lau J., aporta un perfil del movimiento feminista y cómo este ha ido cambiando e influyendo en la transformación de los papeles de género en la sociedad."
Maier, quien reside en México desde hace 38 años, asegura sentirse totalmente bicultural ''porque trabajo en Tijuana, en El Colegio de la Frontera Norte, y apenas he empezado a vivir en San Diego, California, donde no soy una estadunidense típica por todos estos años de estar penetrada por la cultura mexicana. Participé en el inicio del movimiento popular de mujeres en México como feminista, de lo cual hablo en un artículo incluido en De lo privado a lo público.
''En ese texto identifico tres factores muy importantes para América Latina: el feminismo como tal; el movimiento de las madres de desaparecidos, que no fue feminista, pero cambió la imagen de la mujer, y el movimiento de los sectores populares, que fue muy vigoroso en los años 80.
''Otra parte de la historia olvidada de América Latina que aborda el libro es narrada por una ex guerrillera (Morena Herrera).
''Las guerrilleras cambiaron la imagen de la mujer, pues de pronto aparecieron no sólo en el espacio público, sino también armadas, dispuestas a perder la vida, rompiendo totalmente los esquemas.
''Algunas hicieron el tránsito de ese tipo de manifestación, a formar organizaciones no gubernamentales que ahora buscan la equidad y son parte de las instituciones de una nación, siempre que éstas funcionen."