El escritor José Saramago pide revertir todos los problemas de la inmigración
Hace falta ''un pacto entre el islamismo y el cristianismo, porque sólo hay un Dios''
Terrorismo e inseguridad son resultado del desprecio a las diferencias de credo, cultura y color, deplora
Alerta contra el fanatismo peligroso, pues ''tenemos mala memoria''
Ampliar la imagen José Saramago, ayer, en San Sebastián. El premio Nobel de Literatura es integrante del jurado en el festival de Donostia Foto: Fabiola Palapa
San Sebastian, 28 de septiembre. El premio Nobel de Literatura José Saramago (Azinhaga, Portugal, 1922) señaló que la historia de la humanidad se puede contar por la historia de la migración. Sin embargo, problemas como la inmigración, el terrorismo y la inseguridad son consecuencia del desprecio y la intolerancia hacia personas de diferente creencia, cultura y color.
El escritor lusitano, quien es integrante del jurado de la versión 54 del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, expresó: ''Hay que revertir todos las formas de problemas de inmigración. Yo viví en Canarias y ahí llegan miles y miles de inmigrantes; hay que devolverlos, sí, pero cuando se puede, porque en el fondo es posponer algo inevitable.
''La historia de la humanidad se puede contar por la historia de la migración. En Africa se calcula que hay 40 millones de personas dispuestas a salir, la pregunta es adónde van."
Saramago expresó que esta problemática que se vive en el mundo se ha convertido ''en amenaza de una especie de neocolonialismo", en la que están muy claros los intereses de las superpotencias.
El autor de Ensayo sobre la lucidez (2004), explicó que la situación no es sencilla, ya que gran parte del problema es consecuencia del desprecio. Asimismo, advirtió que hay fanatismo peligroso porque los seres humanos tenemos mala memoria.
Por el respeto a la libertad de credo
''La Inquisición -prosiguió Saramago- era una organización criminal en la que te quemaban, y ahora con la alianza de civilizaciones no se va a ninguna parte, aunque la solidaridad sea una idea generosa. Es indispensable un pacto de no agresión entre el islamismo y el cristianismo, por una razón muy sencilla: sólo hay un Dios o hay un Dios que ha dado origen a los cristianos y a los musulmanes."
Admitamos, agregó, que ''si existe un Dios, da igual la zona; si es un hombre en una cruz, una montaña, un animal; todas son manifestaciones de una creencia y, cuando se mata en nombre de Dios, se está haciendo de Dios un asesino''.
Subrayó que es importante el respeto a las creencias para que no exista la idea de que ''el otro es malo por definición, porque tiene otras ideas, otra creencia, otro color, otra cultura, es el enemigo a batir. Claro que la intolerancia se manifiesta más en el Islam y no todo el Islam, de la misma manera que en el País Vasco no todo es ETA".
El autor de El hombre duplicado aseguró que en la actualidad, cuando la información llega por todos lados, la obra literaria ya no tiene la función de explicar lo que sucede. ''En el siglo XIX, la literatura ha tenido una función por llamarla así importantísima sobre las condiciones de trabajo, pero a diferencia de hoy, la literatura ya no tiene mucho que ver, puede hacerlo claro y debe, pero no es su función".
Saramago reconoció que ''la obra literaria puede, por otra parte, dar una visión más completa, con profundidades distintas".
El Nobel portugués reveló que en la infancia le causaban miedo las películas de cine mudo e indicó que el cineasta brasileño Fernando Meirelles, que llevará a la pantalla grande Ensayo sobre la ceguera (1996), tendrá libertad absoluta para el rodaje, ya que tiene un buen guión.
Consideró que para adaptar una obra al cine es importante la fidelidad de la novela, aunque también existe la preocupación de no perder lo sustancial del libro. ''Hay preocupación por conservar frases de la novela, pero al final los actores parece que siempre están dando sentencias".
Meirelles ha señalado que fue escogido para dirigir la película, cuyo título en inglés será Blindness, por la productora inglesa Potboiler Productions. El escritor se reunirá a finales de octubre con el realizador para conversar sobre el proyecto.
José Saramago comentó que se puede extraer un buen guión de una obra literaria, como ocurrió con el filme La balsa de piedra (2002), inspirado en uno de sus relatos, a los que definió como obras literarias y no cinematográficas.
El narrador, quien como juez será justo según su gusto, señaló que la actriz francesa Jeanne Moreau, presidenta del jurado, ''es una persona excepcional, sencilla, que tiene una entrega absoluta".