Presentó en Donostia WTC, "cinta heroica sobre la clase obrera estadunidense"
Oliver Stone: con el 11-S también se derrumbó la libertad en mi país
EU retrocedió 10 años con el gobierno de George W. Bush
Justifica invasión a Afganistán
Ampliar la imagen Stone disfrazado de bombero Foto: Ap
San Sebastian, 28 de septiembre. El cineasta estadunidense Oliver Stone, cuya película World Trade Center se presentó esta noche en el velódromo de la ciudad, admitió que la guerra en Irak es un desastre. "Me siento avergonzado en mi país y avergonzado de que Estados Unidos se ataque a sí mismo con su derrumbe constitucional".
World Trade Center fue definida por Stone como una vela en la oscuridad y un filme heroico que resalta las cualidades de la clase obrera estadunidense.
Explicó que los atentados del 11 de septiembre de 2001 fueron un acontecimiento político que atrajo la atención del mundo, aunque al mismo tiempo se perdió el interés en otras tragedias como la pobreza.
Agregó que George W. Bush "ha hecho retroceder a Estados Unidos 10 años. Creo que no ganó las elecciones, pero el hecho es que a mis compatriotas les cae bien hasta cierto punto".
No obstante, el realizador de Nixon (1995) defendió a su país: "no se puede decir que Estados Unidos es responsable de todo el mal que ocurre en el mundo, porque hay dictadores y actos bestiales y terribles que tienen lugar en todo el orbe".
A manera de ejemplo, recordó que Inglaterra no se comportó del todo bien cuando tuvo el "poder supremo", y Francia y Alemania también han actuado de "manera extraña".
Para el cineasta, quien se presentó hoy en la edición 54 del festival internacional de Donostia, no es un ser humano quien afirma que puede matar a una persona en nombre de una religión o de un Dios.
"Esta persona es un fanático y temo que el fanatismo es el resultado de la reacción del 11-S. El terrorismo es una acción y se tiene que luchar contra ella, pero hemos distorsionado el mundo en nombre de la seguridad."
Otras tragedias
Stone comentó también que se han vivido otras tragedias, además de lo ocurrido en Nueva York en 2001. Propuso que con esta película la gente abra su corazón y recuerde el sufrimiento, dolor y valentía que tuvieron ese día las personas en el World Trade Center.
"Si podemos recordar esos sentimientos podemos recordar que el mundo no era un lugar tan feo como hoy, donde hay más guerras, terrorismo, temor, crueldad y más aceptación de la crueldad eso es lo que más perturba."
Ante la controversia por el tema de la venganza que plantea en la escena final, el cineasta aclaró que el personaje se convirtió a cristiano, pero fue a la guerra equivocado, porque los estadunidenses fueron a la guerra correcta en Afganistán.
Stone, quien fue galardonado con el Oscar por el guión de Midnight express (El expreso de medianoche, 1978), indicó que ese personaje puede ser un soldado de España, Taiwán, Inglaterra o Francia. "Hay soldados que no piensan lo que hacen, hacen lo que les mandan y este es un ex marine serio, y estos ex marines son personas extremistas que están dispuestos a perder la vida para conseguir un objetivo."
Jornada activa
La jornada de actividades de este jueves superó a las anteriores, gracias a la magia de la música. Los cinéfilos tuvieron oportunidad de conocer la cinta de la realizadora holandesa Agnieszkaq Holland, Copyng Beethoven (Copiando a Beethoven), en la que recrea cómo el músico compuso la Novena sinfonía.
El filme, protagonizado por los alemanes Ed Harris y Diane Kruger, incluye una escena impresionante en el teatro Katona Jozsef de la ciudad de Kecskemet, Hungría, en la que el actor dirigió a la Orquesta Sinfónica de Kecskemet, compuesta por 55 músicos, además del coro Kecskemet, de 60 miembros.
La historia narra la relación entre el célebre compositor y una joven autora. "Traté de entender la música de Beethoven para presentarla en la pantalla de la forma más honesta posible", señaló Holland.
Otra cinta que sorprendió fue Half moon (Media luna), del realizador iraní Bahman Ghobadi, quien obtuvo la Concha de Oro a la mejor película por Turtles Can Fly en la edición 2004.
La cinta presenta la vida de los kurdos y la opresión que sufren las mujeres cantantes.
"Los kurdos somos un pueblo que vive en cuatro países: Irán, Irak, Siria y Turquía. No quiero la independencia, quiero que sea un pueblo respetado", expresó el realizador.