Bajo la lupa
¿Control militar de México por los comandos Norte y Sur de EU?
Ampliar la imagen Arturo Sarukhán Casamitjana, encargado de política exterior del presidente electo, no entendió la dimensión hipermilitar de la reunión secreta de Banff Springs FOTOArchivo/La Jornada
Por lo visto en sus alocadas declaraciones, es evidente que el locuaz castañedista el armenio-"mexicano" Arturo Sarukhán Casamitjana, encargado de la política "exterior" (sic) de Felipe El Breve, no entendió la dimensión hipermilitar de la reunión secreta de Banff Springs (ver Bajo la Lupa; 27,9,06). Quizá ni haya leído el programa que no versó únicamente sobre "flujos migratorios y desarrollo regional", como miente -a menos que lo hayan "chamaqueado" y/o ni lo hayan invitado a los cónclaves trascendentales.
Con eso de que para el pueril portavoz foxiano Rubén Aguilar la frontera de EU con México "no ha sido militarizada" y las tanquetas de guerra son lanzadoras hidráulicas, es muy probable que la cultura militar de los cuadros pigmeos de los gobiernos de Fox y Felipe El Breve sea inexistente.
De haber sido como miente el castañedista Sarukhán Casamitjana, ¿cuál fue entonces el objeto de que la principal ponencia magistral del 13 de septiembre la haya impartido Donald Rumsfeld, secretario del Pentágono e íntimo del vicepresidente Dick Cheney, el verdadero poder tras el trono?
Dado el nivel de papanatas de la mayoría de la delegación "mexicana", en cuya lista oficial aparece el gallego-"mexicano" Juan Camilo Mouriño -quizás el más "íntimo" de Felipe El Breve-, donde brilló la notable ausencia de militares y científicos nucleares, de verdaderos mexicanos, hasta tenemos dudas de que (re)conozcan, fuera de su reducido mundo de mercaderes, el significado de la hipermilitarización bushiana.
¿Sabrán los microscópicos equipos de Fox y Felipe El Breve -que congregan a la entreguista fauna hipermercantilista fecundada durante un cuarto de siglo depredador por De la Madrid, Salinas, Zedillo y Fox- el significado del Pentágono? ¿Para qué diantres, entonces, acudió, entre otras conspicuas presencias hipermilitares de EU, Ron Covain, director de Lockheed Martin, la mayor contratista de armas del mundo?
El regiomontano Fernando Elizondo Barragán, tercer ex secretario de Energía foxiano, confesó que el ejército de EU vigila los espacios aéreo y marítimo de Pemex. ¿No habrá sido Felipe El Breve, su antecesor en el mismo puesto después del 11/S, quien puso al Pentágono a vigilar las instalaciones petroleras de Pemex?
Es notoria la política del yunque y el martillo con que opera la teocracia bélica bushiana con el "México neoliberal" capturado en las fauces del TLCAN y cuya (des)integración cobró con creces Daddy Bush, el presidente No.41, gracias a la legitimación antidemocrática del espurio Salinas, quien prosiguió la entrega paulatina del "México neoliberal" que inició De la Madrid mediante la agenda del narcotráfico, y que prolongó Zedillo mediante la cesión bancaria que profundizó Fox con su amigo Roberto Hernández Ramirez, ex vendedor de naranjas tuxpeño a quien le condonó los colosales adeudos del Fobaproa/IPAB, ya no se diga el regalo del pago de impuestos de Banamex-Citigroup.
Queda pendiente la entrega del petróleo, gas, agua y uranio, cuya misión ha sido asignada a Felipe El Breve, como el último liquidador neoliberal de la soberanía, y que controlará el ASPAN (TLCAN Plus) por la vía militar, como delató la reunión secreta de Banff Springs.
Ya no queda la más mínima duda de que el TLCAN resultó un soberano fracaso, según el reciente reporte del Instituto de Política Económica ("Revisando el NAFTA", No.173; 28,9,06), que ahora ha sido transformado en el ASPAN hipermilitarizado con el propósito de enajenar el petróleo, gas, agua y uranio de México y Canadá para favorecer al complejo militar-industrial de EU.
Los alcances especiales y espaciales del comando Norte y el comando Sur del ejército de EU se traslapan en México y su golfo. Si el yunque lo simboliza el comando Norte, cuyo comandante, almirante Tim Keating, asistió a la reunión secreta del ASPAN en Banff Spring, el martillo lo representa el comando Sur, cuyo comandante, general John Craddock (JC), enunció al periódico portavoz de la extrema derecha latinoamericana aliada al sionismo bananero (Miami Herald, 14,9,06), al día siguiente de la clausura de la reunión secreta de Banff Springs, la gravedad trasfronteriza que puede llevar al cese de las inversiones de EU, debido al peligro de la frontera "subgobernada y sin control" del lado mexicano carente de seguridad pública, donde pululan el "narcotráfico y el tráfico de ilegales", motivo por el cual el gobierno de EU planea desplegar soldados en su frontera; es decir, todo lo contrario a lo propalado por la mitocracia foxiana y su pueril portavoz Aguilar, quien no sabe distinguir un soldado de un civil.
Al comando Sur le conviene el "escenario de la narcocracia mexicana", descrito por Caspar Weinberger (CW), ex secretario de Defensa, en su libro Próxima guerra, de 1996, con prólogo de Margaret Thatcher.
Luego de haber sido defenestrado por su inmersión en el pestilente escándalo "Irán-contras", CW se fue a refugiar como editor en jefe de la revista militarista-monetarista Forbes (donde, nada casualmente, labora Zedillo), que acaba de patrocinar en México un evento para el "condicionamiento pavloviano" de la entrega del petróleo mexicano por la fauna neoliberal y su séquito de amanuenses muy bien lubricados -entre ellos Federico Reyes-Heroles González Garza, hermano de Jesús: segundo ex-secretario de Energía zedillista, firmante del infame documento "Nuevos Horizontes" (antecesor delASPAN), propietario de la fraudulenta encuestadora GEA, y ex jefe del "mago" Luis Carlos Ugalde al mando del fétido IFE.
El tema de las "zonas ingobernables", que han pululado en todo México, constituye la coartada perfecta para aplicar la "doctrina Rumsfeld" en Latinoamérica con el fin de intervenir con una fuerza de choque regional en la que participaría un ejército privado de mercenarios bajo el obvio mando supremo de EU: sea el comando Norte, sea el comando Sur, dependiendo de las contingencias y atingencias.
Nueve días más tarde de la reunión secreta de Banff Springs, donde brilló el comando Norte, y siete días posteriores a la alerta del general JC, del comando Sur, el israelí-estadunidense Michael Chertoff, secretario de la "Seguridad de la Patria", gratificó a Elbit Systems, contratista israelí del Pentágono, con el levantamiento del "muro virtual del siglo XXI": la vigilancia de alta tecnología que comprende una red de mil 800 torres equipadas con sensores terrestres y detectores láser, además de aviones automáticos (drones) a lo largo de la trasfrontera con México, para luego proseguir con Canadá.
¿Qué suculentas comisiones habrán devengado del consorcio Elbit Systems los presuntos instrumentos de la banca israelí-anglosajona: el salinista Andrés Rozental Gutman y el zedillista Luis Rubinsky (alias Rubio), asiduos asistentes desde los "Nuevos Horizontes" de septiembre de 2001 hasta la reunión secreta del ASPAN en Banff Springs cinco años después?
Con el deprimente Pedro Aspe, representante de Salinas y jefe máximo de la "delegación" (en el doble sentido de la palabra) seudomexicana, ni vale la pena perder el tiempo.