Complot de la derecha para culpar a ETA por el 11-M, advierte Rodríguez Zapatero
Marchan miles en Sevilla contra el proceso de paz para el País Vasco
Ampliar la imagen Convocadas por la Asociación de Víctimas del Terrorismo miles de personas marcharon ayer por el centro de Sevilla para pronunciarse en contra del proceso de paz que entablan el gobierno español y el grupo armado vasco ETA Foto: Reuters
Sevilla, 1º de octubre. Miles de personas marcharon hoy en Sevilla para rechazar el proceso de paz con la organización armada ETA, manifestación convocada por la principal asociación española de víctimas de terrorismo, y a la que se sumaron varios líderes del derechista y opositor Partido Popular (PP), entre ellos el ex ministro del Interior, Angel Acebes.
A su vez, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, advirtió a los votantes conservadores sobre una radicalización hacia la "extrema derecha", al referirse a una campaña de prensa orquestada por un sector del PP, que pretende atribuir a ETA los atentados en Madrid ocurridos el 11 de marzo de 2004.
"¡Rendición en mi nombre, no!", gritaron los participantes en la manifestación celebrada en Sevilla, convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo, cercana a los conservadores.
Se trata de la sexta protesta contra el proceso de paz iniciado por el gobierno de Rodríguez Zapatero a partir de la declaración de un "alto el fuego permanente" lanzado el pasado 22 de marzo.
El proceso de paz en Euskadi se encuentra paralizado después que se postergó, sin explicación oficial, una primera reunión entre los emisarios gubernamentales y representantes de ETA, inicialmente prevista para el verano pasado.
Analistas atribuyen este impasse a la exigencia de la proscrita coalición Batasuna, considerada brazo político de ETA, de obtener garantías previas sobre el inicio de una negociación entre partidos políticos vascos sobre el futuro institucional de esta rica y ya muy autónoma región del noroeste de España.
La derecha y algunos colectivos de víctimas acusan al gobierno español de estar dispuesto a pagar "un precio político" por la paz, cediendo a reivindicaciones de los independentistas vascos sobre el derecho a la autodeterminación y la anexión de Navarra al País Vasco.
Durante un mitin en los suburbios madrileños, Rodríguez Zapatero fustigó las "falsedades" y "manipulaciones" de los sectores de la derecha española que relanzaron hace varias semanas su teoría del complot para explicar los atentados del 11-M (que causaron 191 muertos y mil 900 heridos), atribuidos por la justicia española a islamitas radicales.
Consideró, además, que los populares están "atrapados desde hace tiempo en falsedades, como lo que nos contaron entre el 11 y el 14 de marzo en la tragedia de Madrid" de 2004, entre los atentados y las elecciones legislativas, ganadas por los socialistas contra todo pronóstico frente al gobierno conservador de José María Aznar.
El gobierno de Aznar privilegió la pista de ETA en detrimento de la hipótesis islamita, que de haberla considerado habría podido influir en el voto de la población, mayoritariamente opuesta a la participación española en la guerra de Irak.
Rodríguez Zapatero se refirió así a una campaña de prensa del diario de centro derecha El Mundo, y de la radio del Episcopado español, la Cadena Cope, muy apoyada en el Congreso de los Diputados por el vocero parlamentario del PP, Eduardo Zaplana.
Esta campaña pone en entredicho las instituciones policiales y judiciales, acusadas de no querer aclarar los "agujeros negros" de la investigación de los atentados de Madrid, por los que son procesados unos 29 acusados, en su mayoría radicales islamitas marroquíes, que serán juzgados a partir de febrero de 2007.