Asignatura pendiente, dotar de vivienda digna a personas de bajos recursos
MUP: el bando dos privilegió la construcción de pichoneras
Favoreció a empresas constructoras, en contubernio con funcionarios de diferentes niveles de gobierno
Repobló zonas, pero también expulsó a gente humilde, señala
Ampliar la imagen Integrantes del MUP señalaron que el bando 2 favoreció el desarrollo y expansión de unas cuantas empresas inmobiliarias, dedicadas a la construcción de "gigantescos" fraccionamientos, sin importarles los daños al medio ambiente, el entorno ecológico o el bienestar de las familias que ya habitan en esas zonas, pues el objetivo es "especular con el suelo" Foto: José Carlo González
La dotación de vivienda digna a personas de escasos recursos sigue siendo una asignatura pendiente para la administración actual, ya que con el bando 2 privilegió la construcción de pichoneras para favorecer a empresas constructoras como Ara, Beta, Geo y Demet, en contubernio con funcionarios de diversos niveles de gobierno, señalaron integrantes del Movimiento Urbano Popular.
Si bien admitieron que se alcanzó la meta de repoblamiento de las delegaciones Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Venustiano Carranza y Benito Juárez, que contaban con infraestructura subutilizada, señalaron que también se propició un "reciclado" de sus habitantes, al enviar a la gente con bajo poder adquisitivo hacia la periferia, ante el incrementó de más de 500 por ciento del valor del uso del suelo.
Con ello, el lema de gobierno de "primero los pobres" quedó nuevamente en el tintero, sobre todo porque las autoridades federales "borraron" a la ciudad de la asignación de recursos en materia de vivienda por diferencias políticas, y el Instituto de Vivienda del Distrito Federal fue insuficiente para atender la demanda creciente de casa habitación, orillando a mucha gente a hacinarse o ubicarse en puntos de alto riesgo.
En la celebración del Día Internacional del Hábitat, Cuauhtémoc Abarca y Alejandro Meave, integrantes del MUP, señalaron que en los 20 años anteriores la mayor parte de la población ha sido sometida a una crisis constante, agudizándose en los últimos cuatro, al imposibilitarla a adquirir un pedazo de tierra, porque su costo "se elevó hasta las nubes haciendo más caro el valor del suelo, que la propia construcción".
La emisión del bando informativo número 2 favoreció dicha situación, así como el desarrollo y expansión de unas cuantas empresas inmobiliarias, dedicadas a la construcción de "gigantescos" fraccionamientos, sin importarles los daños al medio ambiente, el entorno ecológico o el bienestar de las familias que ya habitan en esas zonas, pues el objetivo es "especular con el suelo".
En dicho procesos, afirmaron, los diferentes niveles de los gobiernos central o delegacionales han sido cómplices al permitir ese tipo de edificaciones en áreas donde existen enormes problemas con los servicios urbanos y dotación de agua, por lo cual "resuelta imposible para las clases populares acceder al suelo, a menos que lo hagan en la periferia, creándose las llamadas ciudades dormitorios".
Ello sin contar que la falta de un plan de ordenamiento habitacional ha derivado en la creación de una "ciudad a pedazos, sin ningún orden y un impresionante incremento de la pobreza, llenas de asentamientos populares ubicados en zonas vulnerables y expuestos a desastres, ante la proliferación de desalojos masivos por la implementación de políticas contrarias a las dinámicas de poblamiento popular", argumentaron.
Por ello, dieron a conocer que el MUP impulsará una reforma urbana integral que reconozca el derecho al suelo, el agua, la vivienda y el hábitat como derechos humanos, prohibiendo los desalojos forzosos y los asentamientos irregulares en zonas de alto riesgo y de reserva ecológica. Los existentes se reubicarían con base en un plan conjunto de los vecinos con las autoridades, e impulsaría la congelación de rentas en colonias populares.