Advierte que el gobierno ha concentrado su esfuerzo en las comunidades rurales
México carece de mecanismos contra la pobreza urbana: ONU
Distrito Federal y Sao Paulo, megaciudades de AL donde el problema es más grave, asegura
Ampliar la imagen La ONU criticó a México por no adoptar medidas contra la pobreza en las ciudades, pese a sus reiteradas advertencias. En la imagen, una escena recurrente en las vecindades del Distrito Federal Foto: Archivo
El Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat) cuestionó al gobierno mexicano por la ausencia de una política social de combate a la pobreza en áreas urbanas, pese a su advertencia de que a partir de 2007 habrá un "crecimiento desordenado en esas zonas" a escala mundial.
La crítica fue revelada por el subsecretario de Desarrollo Ur-bano y Ordenación del Territorio de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), Roberto Villarreal Gonda, justamente en el Día Mundial del Hábitat, en el que se afirmó que las ciudad de México y Sao Paulo (Brasil) son las megaciudades que albergan el mayor número de pobres urbanos en América Latina.
Erick Vittrup Christensen, oficial principal de asentamientos humanos de ONU-Hábitat, recordó que el problema del crecimiento desordenado de las zonas metropolitanas y ciudades es de una complejidad "sin precedentes en la historia".
En cuatro años ningún gobierno podrá diseñar un programa que resuelva este problema, dijo, y advirtió que el próximo año el número de asentamientos precarios en el mundo ascenderá a mil millones, en los cuales uno de cada tres residentes vivirá en viviendas inadecuadas, sin ningún servicio básico.
La situación es "preocupante, porque vemos ciudades como Río de Janeiro, Bogotá o México, donde los males de la pobreza urbana comienzan a crear una nueva cultura de violencia de una dimensión que no se puede combatir con los mecanismos tradicionales".
Ausencia de políticas
A este fenómeno hay que sumar, afirmó el funcionario de la ONU, la "exclusión masiva" del mercado laboral que padecen niños y jóvenes que han llegado a la edad productiva, además del crecimiento incontrolable de las economías informales.
"Por todos lados se ven los estragos de la economía informal, mientras la economía de mercado no es capaz de incorporarla de una manera estructural, para que quienes trabajan y viven de ella tengan garantías laborales", señaló.
Por su parte, Cecilia Martínez, coordinadora de ONU-Hábitat en México, cuestionó por su parte que, pese a las advertencias del organismo internacional de que en un futuro no muy lejano cada entidad federativa del país pueda albergar una orbe desbordada, el gobierno federal sigue careciendo de una política pública que contrarreste la pobreza en las ciudades.
"Me gustaría ser crítica y señalar que se ha quedado corta todavía la política urbana, considerando precisamente que estamos viendo que las cifras de crecimiento van a ser muy aceleradas y que serán mucho más las ciudades que se van incorporar a esta circunstancia."
Confió que la Sedeso "vaya empujando con más agresividad una política urbana", pues una propuesta regional podría ser funcional en los 10 o 25 municipios inmersos geográficamente en esta condición.
Esta estrategia es un "gran paquete", señaló, pero criticó que el término "ciudades" ni siquiera está considerado en la legislación mexicana. "Sentimos que hasta el momento esta subsecretaría (a cargo de Villarreal) se ha quedado rezagada, pues ha trabajado mucho más la parte de pobreza rural, pero ha dejado de lado las zonas metropolitanas. Ojalá que el próximo gobierno pueda trabajar con ahínco".
Por su parte, Villareal Gonda reconoció que el gobierno mexicano "ha trabajado de manera divorciada los problemas de los pobres rurales y urbanos", y aceptó la crítica "constructiva" de la funcionaria de la ONU.
Admitió que para lanzar Hábitat en 2003 la Sedeso se vio obligada a "dejar en segundo plano otros temas muy importantes para el país".
Propuso a la nueva administración aplicar un mejor ordenamiento territorial para que el crecimiento de las ciudades no se extienda a "zonas inseguras o donde pueda haber riesgos de desastres naturales.
"Muchas veces crecen los fraccionamientos y la construcción de vivienda para gente de bajos ingresos y después se lleva agua, drenaje y electricidad sin haberse planeado antes sobre el lugar de la construcción.
"Al menos 51 por ciento de mexicanos padecemos la falta de coordinación entre autoridades municipales", señaló.