Estoy bastante contento en el FMI, responde a la pregunta de si ocupará la SHCP
Rechaza Carstens unirse a equipo de Calderón
Mérida, Yuc., 4 de octubre. El número dos del Fondo Monetario Internacional (FMI), Agustín Carstens Carstens, aseguró este miércoles que no participará en el gabinete del presidente electo, Felipe Calderón, como secretario de Hacienda.
"Los buenos secretarios de Hacienda han sido altos y flacos", respondió Carstens, un hombre de más de 130 kilogramos de peso, al ser interrogado sobre las versiones que lo vinculan al gabinete del próximo gobierno. "Yo por el momento estoy bastante contento en el fondo", dijo el subdirector gerente del organismo multilateral. Sin embargo, declinó contestar si recibió una invitación formal para integrarse al equipo del panista.
Carstens comentó que para el FMI, "el principal reto" de la siguiente administración federal tiene que ver con la atención de carencias sociales de un espectro amplio de la población. "Lo que se conoció como el Consenso de Washington (la agenda de reforma privatizadora y de apertura de mercado en América Latina) ya fue rebasado por la realidad", añadió.
El subdirector gerente del FMI estuvo en esta capital para participar en la 14 Conferencia Internacional de Supervisores Bancarios, acto organizado por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y que reúne a autoridades financieras de 100 países.
Para el FMI, abundó Carstens, el proyecto de gobierno de Felipe Calderón en materia económica "es muy visionario".
En específico, mencionó que para el organismo la propuesta legislativa dada a conocer la semana pasada por el presidente electo -en la que plantea llevar inversión privada a Petróleos Mexicanos y la aplicación de impuestos generales- debe ser apoyada por todos los mexicanos.
"Como el presidente electo ha planteado al presentar a consideración del Congreso la agenda legislativa es cómo podemos atender las necesidades sociales más inmediatas del país, cómo combatir la pobreza y dar oportunidades a todos los mexicanos, pero preservando la estabilidad macro; esos son los grandes retos", añadió.
Detalló que, desde al visión del FMI, es importante que México empiece a analizar su problemática desde el punto de vista "intertemporal".
Añadió: "El petróleo (de donde el Estado obtiene un tercio de los ingresos fiscales) no lo vamos a tener siempre; la población también está cambiando su composición en términos de edad, lo que implica diferentes requerimientos de servicios, y estas cuestiones cuestan. Entonces, de manera responsable, México necesita plantearse cómo va a poder hacer compatible ofrecer soluciones a esos problemas con los recursos que tiene. Esos son los retos hacia delante, y el FMI está dispuesto a apoyar al país en estas tareas".
Carstens mencionó que la serie de recomendaciones surgidas del FMI y el Banco Mundial a mediado de los años 80, conocidas como el Consenso de Washington, que se aplicaron con especial severidad en América Latina e incluían adelgazamiento del Estado, liberalización económica y financiera y privatizaciones, entre otros, ya no son referencia para el diseño de políticas públicas.
"Lo que se llamó Consenso de Washington es un mal llamado consenso, que se puso de moda. La realidad ya nos rebasó y en el mundo ya no se toma como referencia", aseguró.
En su intervención ante los asistentes a la conferencia de autoridades financieras, Carstens planteó la necesidad de que "con urgencia" se refuerce en los países la independencia, la protección legal y se dote de mayores recursos a los reguladores de los sistemas financieros. (En México, el regulador es la CNBV).
"Esto es necesario en la región de América Latina, pero también hemos encontrado que es un asunto serio en otras partes del mundo", añadió.