Romero Deschamps utilizó prácticas gangsteriles, acusan
Denuncian ONG megafraude en elecciones de petroleros
En las elecciones del sindicato petrolero que se llevaron a cabo ayer hubo una flagrante "regresión" democrática. Se utilizaron prácticas represivas de peor calibre que en procesos anteriores, se impuso por la fuerza el charrismo y el líder de esta organización, Carlos Romero Deschamps, desplegó otra vez prácticas gangsteriles para que sus amigos e incondicionales quedaran como líderes de las 36 secciones del gremio.
A tal conclusión llegaron ayer más de 25 organizaciones civiles, sociales y de derechos humanos que observaron el proceso en las diferentes secciones y que resumieron en una sola frase: "el fraude en este sindicato fue peor que en 2000 y en 2003, que ya es mucho decir".
El proceso para elegir a los secretarios generales de todas las secciones de este sindicato fue absolutamente ilegal, ya que ni siquiera se cumplió con el requisito mínimo del quórum, no se permitió ni el registro ni la entrada de los disidentes, no se verificó el padrón, la votación fue a mano alzada y en las asambleas hubo hasta gente que no tenía derecho a sufragar y que fue acarreada para que lo hiciera.
El Centro Pro de Derechos Humanos, el Comité de Derechos Humanos de Tabasco, el Frente Auténtico del Trabajo, la Pastoral Laboral y el Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal) formaron parte de este grupo de observadores y dieron ayer por la noche un primer corte de lo que sucedió en este proceso, el cual califican como la peor muestra de la antidemocracia sindical del país.
Explicaron que a tal grado no se garantizó el quórum legal en esta proceso que, por ejemplo, en la sección 11 de Nanchital sólo se presentaron a votar cerca de 2 mil trabajadores de más de 11 mil que tenían que hacerlo; y en la 13, sólo mil 300 de los más de 2 mil 800 que hay en esa sección.
Hubo además en todas las secciones una presencia numerosa de trabajadores transitorios y jubilados, los cuales votaron con la complacencia de los escrutadores, lo que contraviene la convocatoria, ya que sólo lo pueden hacer los trabajadores activos que tienen planta.
La mayor regresión se registró en el hecho de que en esta elección no se dejó registrar a las planillas de oposición, es más, ni siquiera se dejó entrar a las asambleas a los trabajadores que se oponían a los líderes impuestos por Romero Deschamps.
Prácticas todas que fueron posibles porque el secretario del Trabajo, Francisco Javier Salazar Sánez, fortaleció a Deschamps avalando su relección desde el 2005 como secretario general y permitiendo que con un plumazo se cambiaran los estatutos de esta organización, hechos que le dieron "luz verde" para continuar cometiendo todas las violaciones que desee en esta organización.