Usted está aquí: jueves 5 de octubre de 2006 Cultura Fernando Valdés demandará una cuantiosa indemnización al Estado

El editor reclama $320 millones por su ''injusto encarcelamiento''

Fernando Valdés demandará una cuantiosa indemnización al Estado

Solicitará a dos universidades que lleven el caso contra el gobierno federal

MONICA MATEOS-VEGA

Ampliar la imagen El editor Fernando Valdés, ayer, durante el anuncio que hizo de su reclamo al Estado mexicano Foto: José Antonio López

El editor Fernando Valdés demandará al Estado una indemnización por ''el grave daño moral y económico" que le causó con su injustificado encarcelamiento que duró ''10 meses, 20 días y nueve horas".

En rueda de prensa, el director del sello Plaza y Valdés informó que exigirá al gobierno federal, ''principal instigador de tan vergonzosos hechos", la cantidad de 320 millones de pesos, a razón de un millón de pesos por cada día que permaneció preso entre agosto de 2005 y junio de 2006, acusado por la autora Graciela Rincón de especulación comercial y piratería de libros.

También demandará la ''reposición inmediata" del foro cultural Luis Buñuel y de la librería del mismo nombre, propiedad de la editorial que dirige y que debieron cerrar por la crisis financiera de la empresa ocasionada por su ''arbitrario e injusto encarcelamiento".

Supervisión académica

Valdés solicitará a las universidades Nacional Autónoma de México y Autónoma Metropolitana ''que tomen mi caso: mi demanda civil contra el Estado, como proyecto académico, como 'estudio de caso', para que bajo una estricta vigilancia académica se concrete el objetivo de obligar a los gobernantes a que erradiquen la impunidad de las instituciones y se responsabilicen de las fechorías y caprichos del aparato administrativo en general y del Poder Judicial utilizado de facto".

Explicó que el monto solicitado como indemnización ''habrá de destinarse a una fundación que se encargue de estudiar y proponer líneas de acción permanentes ante la problemática delictiva y carcelaria del país".

Denunció que en marzo pasado fue ''vetado" por la Secretaría de Educación Pública (SEP), ''y consecuentemente se bloqueó la venta de los libros de mi editorial a las entidades gubernamentales. Por primera vez no fue posible vender a la SEP ni a la Comisión Nacional de Libro de Texto Gratuito (Conaliteg) ni a otros organismos federales. Soy el único editor que no tiene sus libros en la megabiblioteca Vasconcelos y, hasta el mes de agosto, tampoco estaban en la librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica.

''No me dedico a la publicación de libros escandalosos, ni morbosos ni esotéricos ni de contenidos frívolos. Con esfuerzo he logrado ser un editor al servicio de la educación, de la academia.

''Por ello pienso legar la editorial Plaza y Valdés a las instituciones de estudios superiores, de suerte que sea manejada por un consejo de administración conformado por académicos."

Asimismo, deploró que durante su cautiverio ''estuvieron ausentes en mi defensa dos instituciones fundamentales: la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem).

''A ambas solicité su apoyo, por escrito, y ambas, por no sé qué complicidades, permanecieron en silencio."

Falta de interés de Fox

Fernando Valdés fue liberado del Reclusorio Preventivo Norte el 26 de junio pasado, al no comprobarse su responsabilidad en el presunto delito de realizar copias de una obra literaria y venderlas sin autorización del autor (La Jornada, 28 de junio de 2006).

El editor consideró que su caso es reflejo de la política cultural que el país ha padecido los pasados seis años: ''La cultura de libros hoy se encuentra postrada de hinojos. La mercadotecnia arropa un ambiente 'cultural' de productos consumistas. Títulos de motivación y de contenido esotérico son los éxitos de una sociedad mediocre.

''Los pasados años han sido los más aciagos para quienes nos dedicamos a la industria del libro académico y cultural: se eliminó el apoyo fiscal de 50 por ciento del ISR, que se venía otorgando a la industria editorial; se ha intentado anular la exención de impuestos a los escritores, y reducir estímulos a los académicos, como acaba de denunciar René Drucker Colín, además de que hubo varias intentonas de aplicar el IVA a los libros.

''La SEP margina a los editores mexicanos, en tanto privilegia con creces a los editores extranjeros mediante la adquisición e importación voluminosa de sus libros."

Valdés resaltó que el presidente Vicente Fox ha hecho evidente su falta de interés y desconocimiento acerca de la situación cultural del país, al vetar la Ley de Fomento al Libro y la Lectura aprobada por el Congreso de la Unión.

''No obstante la campaña oficial Hacia un país de lectores, plagiada de otra lanzada previamente por el gobierno brasileño, y a pesar de su inútil afán de crear una faraónica megabiblioteca, impulsar inoperables bibliotecas escolares y de aula, y una todavía más impráctica Enciclomedia, que a costa de millonarias erogaciones del erario provee de computadoras, pizarras electrónicas y cañones cibernéticos a las escuelas públicas, que no pueden utilizar las innovaciones tecnológicas por falta de una infraestructura básica, termina este sexenio con el impulso y apoyo a una ley oprobiosa que pone en riesgo la existencia de medios culturales y ciudadanos de comunicación social y cultural", puntualizó.

En la rueda de prensa estuvieron presentes los académicos Víctor Alejandro Payá y Gilberto López y Rivas, así como el editor José María Espinasa, quien en nombre de la Alianza de Editores Independientes se solidarizó con Valdés y criticó el ''inconcebible" silencio de la Caniem en relación con el caso de su colega.

 
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