Pues abandonarse a los instintos sólo es licencia celestial para curas pederastas
“Una información sin educación para la responsabilidad se convierte más bien en una invitación a la experiencia del placer, a perder el control de los instintos y ofrecer caminos al vicio desde los años de la infancia”.
José Guadalupe Martín Rábago, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, en un artículo en un semanario de la Diócesis
de León sobre la educación sexual (Reforma, nota de Jorge Escalante, 18 de septiembre de 2006).
¿Para qué manipular el dolor cuando se puede manosear impunemente a los dolientes?
Los abogados que revelaron la denuncia en contra del cardenal Rivera buscan “comercializar
la justicia, pues tal parece que su cometido no es el castigo del criminal y la justicia para sus víctimas, sino la ganancia económica alcanzada inmoralmente a través de la manipulación
y la explotación del dolor y la tragedia de las víctimas de tan deleznables delitos”.
Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México, sobre la denuncia en contra del cardenal Norberto Rivera por encubrir
a un sacerdote que presuntamente abuso de decenas de niños (La Jornada, nota de Alma E. Muñoz, 22 de septiembre de 2006).
¿Y quién es más de culpar, aunque ambos mal hagan, el que indultan cuando peca
o el que peca al indultar?
“Se trata de hacer mucho escándalo, la nota amarillista es muy grande y, desgraciadamente, nuestros medios de comunicación son amarillistas. Los pederastas los encuentras en las escuelas,
en el trabajo, en la calle, en todos lados, hay mucha gente que abusa de menores. Nada más es cosa de que vengas a la Zona Rosa, cuántos menores están vendiendo servicios y pornografía infantil”.
Onésimo Cepeda, obispo de Ecatepec, sobre la denuncia en contra del cardenal Norberto Rivera (Reforma, nota de Francisco Ortiz,
25 de septiembre de 2006).