Hemos cometido equivocaciones colectivas, admite
En el clero siempre habrá escándalos: Sandoval Iñiguez
Espera que la "gente buena" no abandone su fe
Ampliar la imagen El arzobispo Juan Sandoval Iñiguez, en foto de archivo Foto: Arturo Campos Cedillo
"No van a faltar escándalos en el clero ahora y después y hasta al fin de los siglos", aunque "estamos haciendo la lucha por portarnos bien", aseguró el cardenal Juan Sandoval Iñiguez, arzobispo de Guadalajara, en un análisis sobre la santidad de la Iglesia católica.
A propósito de los "escándalos que se publicitan bastante en estos tiempos (relacionados con la pederastia cometida por religiosos)" Sandoval Iñiguez afirmó: "la verdad de las cosas que no se pueden negar es que a lo largo de los siglos los creyentes, los cristianos, los católicos, hemos pecado, hemos cometido equivocaciones colectivas".
Por ejemplo, citó, "llevar alguna vez la fe con la espada, o también muchos pecados personales contra cualquiera de los 10 mandamientos. Esta es una realidad que no se puede negar. Uno se puede preguntar ¿dónde está la santidad de la Iglesia?, o ¿qué tan santa es la Iglesia?"
Cizaña y trigo, subrayó el jerarca católico, en un mensaje por escrito, están "revueltos" en su campo, "a veces incluso dentro de una comunidad religiosa, dentro de una misma parroquia, dentro de una misma familia".
Pero lo curioso, acotó, "es que quienes más se escandalizan, más murmuran sobre la Iglesia y le echan en cara sus faltas no son los santos, son los que andan metidos en vicios, en transgresiones de toda clase".
Son, insistió, "los que pegan el grito, cuando en algún católico, sobre todo si es ministro de culto, resulta algún pecado, algún defecto. Ya no quieren creer ni pertenecer a la Iglesia. Tal vez con ello quieran justificarse y cubrir sus propias inmoralidades".
Apeló a la comprensión "de la gente buena" para entender la conducta al interior de la institución. Admitió que no solamente los laicos cometen pecados. "A veces también los ministros o los religiosos consagrados a Dios".
Los ministros, es cierto -afirmó- "debemos ser ejemplo del pueblo de Dios, que quede claro, pero en todo humano cabe alguna deficiencia, desgraciadamente, y esto está previsto por el Señor, que quiso dejar como ministros no a seres perfectos, sino a hijos de Adán y Eva".
Dejó en claro que "Dios nuestro señor siembra buen trigo, y el enemigo siembra cizaña y están revueltos hasta el día de la cosecha (...) Dios no está haciendo justicia inmediatamente, está dando tiempo, está dando largas para que quienes andan en mal camino se enderecen y puedan salvarse", porque "la Iglesia del cielo no tiene ni mancha ni arruga".
El arzobispo de Guadalajara quiso hacer un análisis al respecto, de cara a críticas emitidas por los abusos sexuales que cometen algunos clérigos contra niños. "No van a faltar escándalos en el clero, estamos haciendo la lucha por portarnos bien, en ser ejemplo del pueblo de Dios, pero no faltarán escándalos, ahora y después y hasta el fin de los siglos". Confió en que esto no sea para "la gente de buena voluntad pretexto para alejarse de Dios, para dejar de amar a la Iglesia y creer en ella".