Insiste en que se abra la participación del sector privado en Petróleos Mexicanos
Reformas estructurales ambiciosas, recomienda el FMI a Calderón
Sugiere modificar el esquema tributario, para abordar la ''debilidad crónica'' de esos ingresos
Prevé a mediano plazo ''riesgo petrolero'' de que bajen los precios y la producción mexicana
A menos de dos meses del cambio de gobierno, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó a la siguiente administración federal emprender ''reformas estructurales ambiciosas'', entre ellas la posibilidad de que el sector privado participe en las inversiones que realiza Petróleos Mexicanos (Pemex) y modificar el actual esquema tributario.
También planteó modificar la estructura de gobierno de la petrolera estatal, debido a que, según el organismo, en su forma actual representa una limitación para mejorar su desempeño.
En una serie de documentos difundidos ayer, que forman parte de la revisión anual que el FMI hace de las economías de sus 184 países miembros, el organismo multinacional recomendó a las autoridades mexicanas ''vigilar más estrechamente'' el rápido crecimiento del crédito a los hogares, que ha repuntado a tasas en torno a 45 por ciento en los últimos dos años.
Como cada año desde 1978, el FMI realizó la revisión anual de la economía y el sistema financiero mexicano, al igual que lo hace con todos sus miembros, en el marco de lo que en la terminología del organismo se conoce como la ''revisión del artículo IV'', realizada por el directorio ejecutivo del Fondo.
En esta ocasión, y de cara al cambio de administración, el FMI aseguró que ''el desafío para el nuevo gobierno será poner en práctica reformas estructurales que eliminen los demás obstáculos para el crecimiento, al tiempo que se consolida la estabilidad macroeconómica''.
A la vez, los integrantes del directorio consideraron que la continua dependencia del gobierno mexicano de los ingresos petroleros, podría hacer potencialmente vulnerable el logro de los objetivos de la política fiscal -orientada al equilibrio presupuestario- ante un descenso en los precios o de la producción de petróleo y, por consiguiente, sugirieron contener el déficit no petrolero, es decir, el de los ingresos públicos sin considerar los derivados de la exportación de crudo.
Según la información difundida por el FMI, el Banco de México y la Secretaría de Hacienda, el directorio del organismo ''elogió a las autoridades por la reducción del déficit fiscal y la razón de deuda pública, así como por mejorar la estructura de la deuda pública'', concentrada cada vez más en pasivos contratados en el mercado interno.
Señalaron la necesidad de abordar la ''debilidad crónica'' de los ingresos tributarios para poder dar cumplimiento a la nueva meta fiscal (de déficit cero) en el mediano plazo e ''instaron a las autoridades a examinar nuevamente propuestas de reforma tributaria''.
Otra vez el petróleo
Mientras internamente existe un debate sobre la participación o no del sector privado en la industria energética, sobre lo que el nuevo gobierno tiene una posición favorable, e incluso ha sugerido que es posible hacerlo sin modificar la Constitución ni privatizar la empresa, el FMI planteó sin ambigüedades lo que de acuerdo con su visión puede ser la mejor estrategia para enfrentar lo que llamó ''riesgos petroleros''.
En el reporte de la revisión bajo el artículo IV, el directorio del FMI comentó que a mediano plazo el ''riesgo petrolero'' está centrado en una posible caída en los precios internacionales del crudo, que han sido para el caso mexicano de un promedio de 55 dólares por barril este año y que, según comentó ayer Francisco Gil Díaz, secretario de Hacienda, en una comparecencia ante diputados, en 2007 rondarán los 41 a 42 dólares por barril.
En un horizonte de mayor plazo, añadió el FMI, existe el riesgo para México de un declive en la producción de petróleo. ''La misión que visitó México (para las consultas) discutió un escenario en el cual la producción puede disminuir en el mediano plazo'', indica.
Señala el documento: ''La misión sugirió que los riesgos relacionados con el petróleo pueden ser contenidos en dos vías: reforzando el balance no petrolero (el presupuesto público sin considerar los recursos de la exportación de crudo). Específicamente, si las reservas probadas continuaran su declive sería prudente apuntar a una reducción significativa en el tiempo del déficit presupuestario que existe, sin considerar los ingresos petroleros''.
La segunda vía para atenuar los ''riesgos petroleros'', según el FMI, es diversificar el riesgo financiero en que se mueve la empresa estatal.
Sobre el particular planteó que desde una perspectiva financiera, los riesgos para el sector público (que obtiene un tercio de sus ingresos de la renta petrolera) pueden ser reducidos si se permite compartir el riesgo con el sector privado en la inversión que realiza Pemex. Esto permitiría al sector público que su balance tuviera una estructura más segura: un nivel bajo de deuda y menor parte de sus activos invertidos en el sector petrolero.
En otra parte de la evaluación ''felicita'' a las autoridades mexicanas por haber establecido las condiciones de estabilidad macroeconómica y financiera necesarias para fomentar el crecimiento económico y la fortaleza ante eventos adversos. La política fiscal, dijo, ha ganado amplia credibilidad y ha situado a la deuda pública en una tendencia gradual a la baja. Con una política monetaria prudente se ha logrado un bajo nivel de inflación, y el régimen de tipo de cambio de libre flotación ha permitido un ajuste externo suave.