Jesús Ramírez-Bermúdez escribe libro sobre el tema
Paramnesia, mal que genera una suerte de "ilusiones de la memoria"
"Si el cerebro humano fuera tan simple que pudiéramos entenderlo, el ser humano sería tan simple que no podría entenderlo". Esta fascinante paradoja ilustra los insondables enigmas que enfrenta la neurosiquiatría a la hora de diagnosticar y atender las enfermedades mentales.
Jesús Ramírez-Bermúdez -médico, neurosiquiatra y escritor- se la escuchó decir a un profesor y la trae a colación en entrevista para hablar de la complejidad del funcionamiento de la mente y del cerebro.
Ejemplifica con el caso de una mujer de 52 años -paciente suya- afectada por una arritmia cardiaca que propició la formación de un coágulo que se desplazó hacia el cerebro y obstruyó una arteria que irriga de sangre una de las partes más profundas de dicha estructura.
La obstrucción dañó una zona del cerebro en la que se ubica la memoria para los rostros. Como consecuencia de la lesión, la paciente dejó de reconocer la cara de su esposo, y en su lugar empezó a ver la de una hermana suya, muerta tres años atrás.
Sin embargo, cuando habla por teléfono con él, lo puede reconocer perfectamente "porque el problema no es de la memoria auditiva; esto demuestra que la mujer, con perdón por la expresión, no está loca, su razón y su juicio funcionan bien, lo que falla es un canal de la percepción".
Desde el punto de vista médico se conocen las causas del fenómeno, pero lo que ya resulta más difícil explicar es ¿por qué su cerebro eligió el rostro de la hermana muerta, y no otro, para remplazar el del esposo?
Se trata de una variante singular de paramnesia, enfermedad que podría generar una suerte de "ilusiones de la memoria": recordar cosas que no han sucedido o remplazar un recuerdo por otro.
Un caso como el mencionado, expone, es muy raro, "pero me parece representativo de los juegos que, en otro plano, ocurren en nuestra memoria cuando narramos algo; cuando contamos algo nos decoramos a nosotros mismos, se da toda una distorsión de la memoria no por razones aleatorias, sino por ciertas necesidades de la identidad, nos creamos una identidad y tenemos que mantenerla a toda cosa, aunque a veces se disocie de lo que somos".
Jesús Ramírez-Bermúdez es autor de una novela que se titula precisamente Paramnesia, misma que acaba de ser publicada por el consorcio editorial Random House Mondadori. En ella mezcla en una historia de ficción su experiencia clínica y científica con la exploración del pensamiento mágico.
Relación vertical, paternalista y discriminatoria
Tangencialmente también señala y cuestiona la relación vertical, paternalista y discriminatoria que suele darse entre los médicos y los enfermos mentales.
A propósito de este punto, el entrevistado abunda en su cuestionamiento a la profunda disociación existente entre los neurosiquiatras, el sistema de salud pública y la realidad social.
En México "hay cuando menos 700 mil personas con esquizofrenia: probablemente más de un millón. La mayoría de ellos pertenecen a clases sociales desfavorecidas. Durante un tiempo se pensó que la pobreza era el origen de la esquizofrenia, hoy se sabe que es al revés: a través de generaciones, las familias de esquizofrénicos van perdiendo capacidad socieconómica y los medicamentos controlados que necesitan no los cubre ningún tipo de seguro. Ni siquiera el seguro popular, hoy tan publicitado.
"Atrás de esto hay una postura de discriminación que no es acorde con los cambios sugeridos por la Organización Mundial de la Salud en el sentido de ir desestigmatizando la salud mental. ¿Cuál es la razón por la que un seguro no cubre un medicamento controlado si el diagnóstico y la prescripción la hacen los propios médicos del sistema".
Los médicos no se involucran en este tipo de cuestiones, "se conforman con asistir a los congresos pagados por la industria farmacéutica y obtener ingresos medianos con base en la consulta privada, que es respetable y magnífica, pero que no es la solución a los problemas de salud mental en nuestro país".
Esto, en el caso de los enfermos mentales, representa un "gigantesco problema de salud pública, el peso de las enfermedades en una sociedad se mide con instrumentos diseñados inclusive por el propio secretario de Salud, Julio Frenk".
Algunas enfermedades mentales representan 10 por ciento de la carga social de las enfermedades en el país; sin embargo, sólo se destina a ellas uno por ciento de los recursos asignados a la salud pública: "Si se reconoce el peso de una enfermedad en la sociedad tienen que distribuirse los recursos de manera equitativa, de otro modo estamos hablando de discriminación".
Lo peor es que en México -como resultado de la transición económica y social hacia el "capitalismo salvaje"- ha crecido "espantosamente" en las últimas décadas el índice de suicidios, asociados con la ansiedad, depresión, estrés, adicciones.
"Tenemos -resume Jesús Ramírez-Bermúdez- las desventajas de salud pública de países desarrollados y ninguna de sus ventajas.
"Vivimos en un sistema exigente que va dejando muchos rezagados; veo esto como una supercarretera en la que los coches se empiezan a quedar sin gasolina, se desbielan, se les ponchan las llantas y son muy pocos los que llegan a la meta.
"Entonces se empiezan a acumular resentimientos, se desarrolla la necesidad de vengarse. Un poco sobre eso trata también Paramnesia."