Aplican la biodinámica para reducir el uso de productos químicos en sus cultivos
Tres viticultores franceses siguen los ritmos cósmicos para elaborar sus vinos
Courteron, Francia. "¡Esto es la alquimia moderna!": tres viticultores de la región de Champaña se distinguen de sus 15 mil colegas por la biodinámica, una agricultura "bio" que sigue los "ritmos cósmicos" en un viñedo que trata de reducir el consumo de productos químicos.
"La biodinámica da aromas pronunciados, champañas más gustosas y más expresivas", sostiene Erick Schreiber, mientras cata el mosto recién prensado de un tonel en plena época de vendimia en Courteron, pueblo situado entre las regiones de Champaña y Chablis.
En sus 30 hectáreas de viñedos, Jean-Pierre Fleury, Erick Schreiber y Alain Réaut cultivan la cepa pinot noir sin abonos químicos, pesticidas ni desherbantes.
Los tres viticultores estudian, además, los movimientos de la Luna y del Sol, respetando las lecciones del austriaco Rudolf Steiner, quien elaboró la teoría de la biodinámica en 1924.
Su base es la siguiente receta: en cada hectárea de viña extender 240 gramos de estiércol conservado en cuernos de vaca, cuatro gramos de preparación de silicio y cobre, un fungicida natural.
Con esa dosis homeopática "no nos enfocamos en la materia, sino en la energía", señalan.
"El estiércol de cuerno aumenta la vida microbiana del suelo y favorece el enraizamiento de la viña", explica Schreiber. Precisión: el cuerno debe proceder de una vaca que ya haya parido, a fin de respetar "las fuerzas de la vida". Vejigas de ciervo e inclusive cabezas de vaca son utilizadas en otras "preparaciones".
Cuidado: esas "preparaciones" no deben ser aplicadas en cualquier momento, sino "en función de la Luna y del Sol, que pasan delante de una constelación concreta", acota Erick Schreiber.
Para conocer los ritmos cósmicos o terrestres, los tres viticultores utilizan un "calendario de simientes" de la alemana Maria Thun, quien identificó los días favorables al cultivo de frutas, flores o raíces.
"¡Es la alquimia moderna! Existen fuerzas de la muerte, como sabe hacer Monsanto (empresa estadunidense de agroquímica que desarrolla semillas modificadas genéticamente). Nosotros somos las fuerzas de la vida", sostiene Fleury.