Cota reclama al gobernador arresto de perredistas en Tabasco
¡Fuera, chilangos!, corean huestes de Manuel Andrade
Los detenidos denuncian torturas mientras los "pura sangre" les dicen "ratas fuereñas"; siempre enviamos gente a comicios: PRD
Villahermosa, Tab., 13 de octubre. Nada cambia en el edén. Ayer, en 1988, 1994 o 2000 las ocho columnas de la prensa local rezaban: "Enloqueció". Hoy, mientras el gobernador Manuel Andrade habla de tolerancia -y sus huestes repudian a los "chilangos fuereños"- se reparte un pasquín que, con foto de Andrés Manuel López Obrador incluida, nos informa de "las locuras de Caín".
"Hiede a los setenta; nada más falta que hablen del oro de Moscú", refunfuña Guadalupe Acosta Naranjo, secretario general del PRD, luego de abandonar el salón entre gritos de: "¡fuera chilangos!" y "¡Tabasco para los tabasqueños!", proferidos por los locutores del estado, cuya ceremonia es abruptamente interrumpida por los perredistas que acuden a protestar por la detención de varios de sus brigadistas.
Entre la noche del miércoles y la mañana del jueves, la policía ministerial de Tabasco aprehendió en distintas acciones a enviados del partido del sol azteca. Este viernes, muy temprano, el secretario de Seguridad Pública, Juan Cano Torres, dio su versión de los hechos, no sin antes elogiar el compromiso que la institución que se "honra dirigir" tiene "de trabajar muy intensamente para prevenir el delito y para mantener el respeto a la ley".
Dice Juan Cano que el miércoles anterior hubo una llamada anónima que reportó el proceder "sospechoso" de varias personas en la zona del malecón. Agrega que este tipo de llamadas cada vez son más comunes, porque en las últimas fechas se ha incrementado en la entidad la presencia de "personas con características distintas a las del paisano tabasqueño, que pudieran estar involucradas en actos ilícitos o cuyas conductas parecen a simple vista sospechosas".
Esta misma mañana, varios diarios locales transcriben la versión del gobierno estatal y la adornan con estos encabezados y pies: "Caen agitadores perredistas", "Ratas fuereñas del PRD detenidas", "Frustran plan desestabilizador". Las fotografías de detenidos son acompañadas de elocuentes explicaciones: "Observe la facha de delincuentes. Todos ellos, junto con muchos más, tratan de desestabilizar el proceso electoral por órdenes concretas de López Obrador".
Ya iniciada la tarde, un grupo de legisladores del PRD puede visitar a los detenidos en el reclusorio. Los testimonios que han ido recogiendo a retazos -desde la noche del jueves que los perredistas fueron echados a toletazos del Ministerio Público- se confirman. Los brigadistas fueron detenidos por policías vestidos de civil; los encapucharon, los torturaron, les sembraron una pistola de plástico y los videograbaron "confesando" que vinieron a Tabasco a "desestabilizar" la elección.
Humberto Zazueta, diputado federal, dice que Lucano Herrera, subsecretario del comité nacional, es el más golpeado (que se cayó, dice la policía estatal), y refiere que hasta el médico que lo curó le dijo: "Váyanse, no tienen nada que hacer aquí, porque si siguen aquí van a aparecer en las cloacas de Villahermosa".
A Lucano Herrera, cuenta Zazueta, lo amenazaron con cortarle un dedo del pie. Le quitaron el zapato y se lo llevaron a otro cuarto. Ahí le dieron un patadón en los testículos. "Con el grito, los más jóvenes pensaron que le habían cortado el dedo". La operación la repitieron con otros.
Víctima de tortura en los años 70, Zazueta remata: "como en aquellos años, carajo".
Huelga decir que las "confesiones" son casi idénticas, palabras más o menos. En el video presentado a la prensa, Alejandro Robles, Raudal Mitre y Daniel García dicen que su "misión" es "quemar las urnas y desestabilizar las elecciones" de este domingo.
Aunque no acepta preguntas, el licenciado Juan Cano es celoso de su deber y dice que hasta ahí llegó la policía preventiva: "Corresponde a la autoridad investigadora determinar si existen conductas ilícitas más allá de las evidentes, que son las armas tipo pistola de diábolos 9 milímetros (sic) y armas blancas (¿navajas, cortauñas?) que ya fueron puestas a disposición del Ministerio Público".
Otros dos de los detenidos, a quienes el PRD ni siquiera reconoce como sus miembros, cargaban, según el jefe policiaco, "un monitor de computadora, un CPU, un teclado y dos tóner para impresora".
La increpación del líder perredista
Entra Leonel Cota, presidente nacional del PRD, y tras él una nube de reporteros y camarógrafos. La locutora, que entonces se encomienda a Dios y rechaza la polémica, calla. Cota se planta frente al gobernador Manuel Andrade y le reclama la aprehensión de los militantes perredistas. El gobernador dice que no está enterado y promete atender después el asunto.
La llegada del dirigente perredista ha interrumpido el discurso de la nueva presidenta de la Asociación de Locutores de México, capítulo Tabasco. Los locutores se la cobran: "¡Fuera, chilangos!", grita uno al sudbajacaliforniano Cota. "¡Fuera, fuera, fuera!" La salida de los perredistas sucede en medio de un desorden.
-¿Los del Distrito Federal no son bienvenidos en Tabasco? -se pregunta al gobernador Manuel Andrade.
-No es mi acto, yo no lo estoy diciendo, y además ella es del DF -dice, y señala a la locutora a su lado.
La puerta se cierra. Afuera del salón Tabasco, la plana mayor del PRD repite ante cámaras y micrófonos, una y otra vez, la denuncia.
"Es una farsa tramada por Andrade", dice Horacio Duarte, con la mano todavía adolorida por los jaloneos de una noche antes, cuando los perredistas trataron infructuosamente de ver a sus detenidos en la sexta agencia del Ministerio Público.
Leonel Cota y otros hablan de una estrategia del PRI para reventar la elección con estas acciones, y confirma que su principal preocupación está en el municipio de Cárdenas, donde el PRD ha enviado a varios de sus expertos, porque teme que, al mediodía del domingo, los priístas echen a andar operativos de robo de urnas y desaten la violencia.
Cota repite una y otra vez que el PRD envía a sus operadores a todos los estados, "y nunca nos había pasado esto, ni en el estado de México ¡ni en Oaxaca!"
Aquí pasa. Además de los ocho de la protesta, los perredistas van sumando otros detenidos en los municipios de Cárdenas y Nacajuca. Sumarían dos decenas los acusados de portar armas.
Tales aprehensiones se empatan con la línea argumental que el PRI ha sostenido a lo largo de la campaña (y desde 1988): ya llegaron los violentos del PRD a echar a perder la tabasqueña alegría.
La dirigente estatal del tricolor, Georgina Trujillo, lo resume así en estos días: "Traen a los Panteras, los Pancho Villa, los Batracios, los de Atenco, e incluso los cegehacheros. Ya llegaron, y todos sabemos a qué vienen y la forma en que operan".
Horas más tarde, Andrade recibe a los dirigentes del partido del sol azteca y promete una respuesta, aunque en realidad el gobierno estatal la tenía desde la madrugada. Había detenido a un grupo, que luego identificó como de militantes priístas, también por portar armas.
"Si quiere ser justo, que detenga a todos", decía Cota al mediodía, en referencia a los operadores que los partidos, sin excepción, envían a comicios locales. Y le cumplen.
Por el derecho a hablar
El fin del acto del gobernador sucede a puerta cerrada. La asociación, fundada por el dinosáurico Luis Marcelino Farías, canta su himno y remata con su lema: "Por el derecho a hablar con apego al derecho" (joséalfrediano el lema, pues acá en el trópico su palabra es la ley).
El gobernador Andrade sale por la cocina. Congruente el góber, quien apenas ayer acusó a los perredistas de pretender instalar retenes este domingo, en su afán de "cazar mapaches". ¿Ven, ven, ven, que Tabasco es un retén?
Quizá por ello se adelantó a quienes, a unos pasos, cuentan que Raudal Mitre Arroyo, uno de los detenidos, usa el cabello largo, pero siempre recogido. Para la foto se lo soltaron y se lo alborotaron, para que se le viera melena de león. En la prensa local su foto fue acompañada de este pie: "Chilangos fuereños como éste son los que tiene el PRD a su servicio".
"Es hijo de mi amigo el profesor Mitre y es un muchacho bien tranquilo", dice Guadalupe Acosta Naranjo. Además, aunque los tabasqueños pura sangre lo hayan condenado, no es chilango, sino nayarita.