Maniobra de despiste, la declaración de Madrid: Batasuna
Madrid, 13 de octubre. La ilegalizada coalición independentista vasca Batasuna, considerada brazo político de ETA, calificó este viernes de "maniobra de despiste" las declaraciones del presidente del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, sobre su legalización, consideradas por la prensa un gesto de apertura.
Rodríguez Zapatero señaló la víspera en declaraciones informales que Batasuna podría legalizarse ciñéndose a "los requisitos exigidos", con lo que evitaría la aplicación de la "ley de partidos", mediante la cual se prohibió a la formación separatista.
"Estamos ante una nueva maniobra de despiste de Rodríguez Zapatero", dijo un dirigente de Batasuna, Pernando Barrena, a la radio pública vasca. El jefe del gobierno español "olvida completamente que lo realmente necesario es diálogo político", según el dirigente independentista.
Barrena se refirió así al diálogo sobre el futuro institucional del País Vasco, que los partidos de Euskadi deberían abordar en negociación paralela a los contactos entre ETA y el gobierno sobre el desarme de la organización y el destino de sus presos.
El Partido Nacionalista Vasco acogió positivamente la apertura de Madrid, al destacar su "esfuerzo" por "facilitar" la readmisión de Batasuna en el juego político legal, según Josu Erkoreka, su representante en el Parlamento vasco.
El complejo proceso de paz en el País Vasco, iniciado tras el alto del fuego permanente de ETA el 22 de marzo, se ha estancado debido a la exigencia independentista de iniciar la negociación política junto con los primeros contactos oficiales entre el gobierno y los etarras.
El asunto de la legalización de Batasuna (con vistas a su participación en las negociaciones políticas) es una de las claves para desbloquear el proceso político, indicaron algunos analistas.
Según el rotativo El Mundo, Rodríguez Zapatero admitió que la legalización debe tener lugar "antes" de las elecciones municipales de mayo de 2007. No precisó si la readmisión de Batasuna en el juego político legal pasaría por una condena explícita de la violencia de ETA, por un cambio de nombre o por la simple admisión en las negociaciones entre partidos vascos.
Batasuna, que ha cambiado varias veces de nombre para eludir persecuciones judiciales, es objeto de una doble prohibición.
Sus actividades políticas fueron suspendidas por primera vez en 2002 por el juez Baltasar Garzón, quien denunció sus relaciones con ETA. La medida fue renovada por otros dos años el 17 de enero pasado.
También fue ilegalizada en 2003 por el Tribunal Supremo, tras la aprobación en 2002 de la "ley de partidos" consensuada entre socialistas y la derecha española, que estaba en el poder con José María Aznar.