Compatibles, manglares y progreso: Cemda
La defensa de los manglares no significa oponerse al desarrollo ni a la creación de puestos de trabajo, como arguye el sector privado, sino fomentar una política de crecimiento urbano y turístico responsable, apegada a la ley y que apueste por un desarrollo sustentable, aseguró Gustavo Alanís Ortega, director general del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) al inaugurarse ayer el seminario Democracia y Medio Ambiente, en El Colegio de México.
El ambientalista expresó, que a un año del huracán Vilma, tanto el sector turístico como el gubernamental no acaban de entender la importancia del manglar para amortiguar catástrofes meteorológicas, e insisten en edificar donde la naturaleza no lo permite.
Sin embargo, negarse a la creación de obras sin argumentos sólidos, aseveró Alanís, no tiene sentido, pero cuando ese "no" está fundamentado en una violación a la norma o a un daño ambiental, entonces la demanda cobra sustento y sentido. "Tradicionalmente los grupos ecologistas tomaban calles u oficinas pero, actualmente, esas formas de protesta ya no funcionan porque existe un marco legal para actuar en favor de la naturaleza" añadió.
El seminario estuvo organizado por el Cemda y el Instituto Nacional de Ecología (INE), y tuvo como objetivo exponer los medios legales al alcance de la ciudadanía y de los grupos ambientalistas para que sea mediante la legalidad y la institucionalidad como se puedan dirimir los conflictos ambientales.
Carlos Muñoz Piña, director de investigaciones económicas del INE, dijo que en el seminario dio a conocer que existen herramientas para defender los recursos naturales y el medio ambiente "que están poco aprovechadas por los ciudadanos porque las desconocen o creen que es muy difícil que sus voces sean escuchadas. La población debe saber que la información no es algo exclusivo de los funcionarios públicos o de las empresas, sino que nos pertenece a todos".
En tanto, Alanís explicó que la democracia y el medio ambiente se conjugan en la medida que la población haga uso de los recursos jurídicos para denunciar cualquier caso de daño al medio ambiente: "debemos fomentar los espacios de participación pública. Aunque hemos avanzado mucho en ese terreno, aún nos falta madurez para hacer uso del derecho ambiental. La gente lo desconoce o lo considera demasiado técnico, entonces se aleja. Pero, cuanto más conozcamos la legislación, más vamos a preservar y conservar el medio ambiente".