Usted está aquí: domingo 15 de octubre de 2006 Política Ignora juez denuncias de tortura a perredistas

Responsabilizan a Andrade de su integridad física

Ignora juez denuncias de tortura a perredistas

ANDREA BECERRIL Y RENE ALBERTO LOPEZ ENVIADA Y CORRESPONSAL

Villahermosa, Tab., 14 de octubre. Los ocho detenidos a los que se exhibió un día antes como delincuentes electorales rindieron hoy su declaración ante el juzgado tercero de lo penal y denunciaron torturas físicas y sicológicas para obligarlos a inculparse de pretender "desestabilizar" la elección de este domingo.

En la rejilla de prácticas los seis activistas del PRD señalaron que son "presos políticos" y responsabilizaron al gobernador Manuel Andrade de su integridad física. Los otros dos detenidos declararon que nada tienen que ver con el partido, que sólo pasaban por el lugar donde los perredistas fueron "levantados" por policías, pero fueron también golpeados y amenazados de muerte para que se declararan "chilangos" sin serlo.

Todos permanecerán presos en el reclusorio de esta ciudad, ya que se les acusó de "uso y fabricación de armas prohibidas en pandillismo", lo que les impide salir bajo fianza, aunque en la propia causa se asienta que las armas que les encontraron son "seis pistolas de diábolos de nueve milímetros, dos pistolas de plástico y un par de chacos".

Durante la diligencia estuvo presente el visitador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) Mauricio Farath, quien pudo constatar que la juez, Brenda Méndez, hizo muy poco caso a las denuncias concretas sobre la violación de garantías constitucionales, pero les preguntaba con insistencia qué hacían en Tabasco, por qué estaban en la ciudad.

Los detenidos narraron las horas difíciles que vivieron desde el miércoles por la noche en que los secuestraron policías vestidos de civil, los tratos inhumanos a que los sometieron al mantenerlos en un cuarto pequeñísimo, maloliente, sin comer y apenas con algo de beber y bajo presiones sicológicas muy fuertes, con el propósito de obligarlos a declarar que venían de fuera a reventar el proceso electoral.

Antonio Guerrero García estuvo a punto de romper en llanto cuando recordó los gritos de dolor de otros de sus compañeros, especialmente de Jesús Lucano Herrera Ochoa, el subsecretario del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, a quien pateaban sin piedad para que sus lamentos asustaran a los más jóvenes, a los que llevaron a tal estado de pavor que declararon ante una cámara que su misión en Tabasco era "quemar las urnas y desestabilizar las elecciones".

Uno de los jóvenes que aparecen en el video que un día antes se difundió en la televisión local y los medios electrónicos nacionales, Alejandro Robles, dijo que después de una noche y un día de tortura, de hacerles creer que ya habían mutilado a Lucano Herrera y lo mismo les pasaría a ellos, fue cuando aceptaron declarar "lo que fuera", los obligaron a tomar cerveza y les colocaron armas en la cintura. Así fueron filmados y fotografiados.

El último en aparecer fue Jesús Lucano Herrera, con un parche en el ojo y rastros de la golpiza que recibió.

Durante la diligencia, la señora María Elvia Arias, madre de Jesús Antonio Ramírez Arias, presentó acta de nacimiento del joven de 30 años, para comprobar que es tabasqueño, nacido en Villahermosa, ya que la policía lo obligó a declarar que era chilango.

No es activista del PRD, tuvo la mala suerte de pasar por el lugar donde "levantaron" el miércoles por la noche a tres perredistas y también se lo llevaron. Le colocaron una bolsa de plástico en la cabeza, "como para ahogarlo", y le anduvieron dando vueltas por la ciudad, después lo mantuvieron recluido por 48 horas.

Desesperada por la desaparición del joven, que es el sostén de la casa, doña Elvia se presentó el jueves a la Secretaría de Seguridad Pública a buscarlo. No pudo hablar con él porque lo tenían incomunicado, pero vio cómo lo maltrataron al subirlo a una camioneta para trasladarlo "amarrado" al reclusorio.

Igual suerte corrió Pedro Ballesteros López, originario de Quintana Roo. El vive solo en Villahermosa, también pasaba por el sitio donde secuestraron a los activistas del PRD e igual cargaron con él y lo sometieron a golpes y amenazas de muerte para que declarara que vino a la entidad "a quemar urnas y desestabilizar la elección".

Horacio Duarte estuvo en el juzgado las más de ocho horas que duró la audiencia, por la que desfilaron también el secretario general del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo; los diputados perredistas Humberto Zazueta y Sonia Ibarra; los de Convergencia, Layda Sansores y Alberto Esteva, y Jesús Ortega, el ex coordinador de la campaña de Andrés Manuel López Obrador.

Por otra parte, también en Teapa estuvo un visitador de la CNDH, Víctor Hugo Villatoro, quien pidió al Ministerio Público trasladar a otro lugar a los ocho activistas del PRD detenidos, ya que los tienen en condiciones deplorables.

Layda Sansores lamentó que el gobernador Manuel Andrade "no tenga palabra", ya que un día antes dijo que su procurador le había informado que los delitos no eran graves; "sin embargo, les inventan más cargos para que se queden en prisión hasta después del domingo".

 
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