Considera que se le deben brindar $30 mil millones
Promueve PRD otorgar más fondos a la Sedena
Destaca el papel que juega en el combate al narcotráfico
La fracción del PRD en la Cámara de Diputados cabildeará brindar más presupuesto para la Secretaría de Defensa, para apoyar las labores de las fuerzas armadas en el combate a la delincuencia y el narcotráfico, la reforestación y el apoyo en desastres naturales.
"En el PRD estamos convencidos de que la Sedena debe fortalecerse financieramente, ya que es una institución con un papel decisivo en la preservación de la soberanía, la integridad territorial y la estabilidad política y la gobernabilidad", dijo en entrevista el diputado César Flores Maldonado.
El integrante de la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados expuso que el presupuesto asignado a esa dependencia debe contemplar más recursos, sobre todo porque las fuerzas armadas están siendo requeridas en muchos estados y ciudades para el combate al narcotráfico y al crimen organizado.
Recordó que en 2006 el presupuesto de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) fue de 26 mil 31 millones de pesos, y consideró que debe ser aumentado de forma importante para el combate al narcotráfico, apoyo a labores de seguridad pública y desastres naturales.
"Ante el avance de los cárteles de la droga, las ejecuciones y el clima de violencia que impera en varias regiones del país, cada vez se demanda más la presencia del Ejército Mexicano como factor de gobernabilidad y tranquilidad de los ciudadanos, por lo que su presupuesto debe ser por lo menos de 30 mil millones de pesos", dijo.
El diputado del Partido de la Revolución Democrática recordó que ciudades como Tijuana, Acapulco, Uruapan, Nuevo Laredo y Morelia han reclamado la presencia de militares, ante los casos de ajusticiamientos y enfrentamientos de delincuentes y narcotraficantes.
Flores Maldonado propuso que en la discusión del paquete económico de 2007 se analice el tema de las remuneraciones a los militares, pues parte importante de ese sector tiene salarios y pensiones bajos, así como insuficientes programas de vivienda y servicios de salud para enfermos de sida.