Emigraron capitales por 6 mil 200 mdd, que representaron 18% de toda la región
Cayó 3% la inversión extranjera en México en 2005, dice Unctad
Para el año en curso la Cepal prevé una desaceleración de la entrada de la IED en América Latina
La estabilidad no ha sido suficiente en la zona para impulsar el desarrollo económico
Ampliar la imagen El secretario general de la Unctad, Supachai Panitchpakdi, en una reunión celebrada en Ginebra en septiembre pasado Foto: Reuters
El informe sobre las Inversiones en el mundo elaborado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) revela que durante 2005 México registró un descenso de inversión extranjera directa (IED) de 3 por ciento, y una salida de capitales de 6 mil 200 millones de dólares, que representó 18 por ciento del total que emigró de América Latina y el Caribe por 33 mil millones de dólares.
El coordinador de Investigaciones de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Juan Carlos Moreno, dio a conocer el documento ante la prensa, y destacó que en el análisis se prevé una desaceleración e incluso disminución de las entradas de inversiones extranjeras en la región durante el presente año.
Dijo que la estabilidad no ha sido suficiente en la zona para impulsar el desarrollo económico. Durante 2005, establece el documento, algunos países experimentaron una evolución notable hacia una mayor intervención del Estado en la economía, así como cambios en las políticas oficiales, que afectaron directamente a los inversionistas extranjeros o sus industrias.
El director general de Inversión Extranjera de la Secretaría de Economía, Gregorio Canales Ramírez, que también participó en la rueda de prensa, manifestó que la reducción de 3 por ciento no es preocupante, y expresó que para el cierre de este año se espera un total de 19 mil 250 millones de dólares por concepto de esos recursos.
México, explicó, está en una carrera por captar IED para impulsar la generación de empleos, el desarrollo regional y la transferencia de tecnología. Si se le analiza desde el punto de vista per cápita, los recursos foráneos que llegan al país superan cuatro veces a China, dos veces a Brasil y 22 veces a India.
Los indicadores de la Unctad señalan que México y Brasil se mantienen como los principales receptores de IED de la región, con 15 y 17 por ciento del total, respectivamente. Durante el año pasado la IED en la región sumó 104 mil millones de dólares, 3 por ciento más que en 2004, pero no se estableció de cuánto podría ser la caída este año. Sólo se consideró que es muy bajo el que se tiene.
Al respecto, Canales Ramírez reconoció que el potencial del país no se ha aprovechado de manera integral, porque si hubiera mayor confianza de los inversionistas extranjeros podría llegar hasta 26 mil millones de dólares y consecuentemente a una mayor generación de fuentes de empleo.
El documento destaca que algunas de las causas de la desaceleración o disminución son las nuevas tendencias en materia de regulación, resultantes de la situación en los mercados de productos básicos y la inversión de la tendencia a la adquisición por trasnacionales y activos nacionales en el sector servicios.
Indica que el fuerte repunte de los capitales foráneos en 2004 concluyó con cuatro años de pronunciado descenso, pero aclaró que si bien la mejora en ese año fue generalizada, en 2005 el comportamiento de las entradas de capitales varió según las subregiones.
Las entradas hacia América del Sur aumentaron 20 por ciento, a 45 mil millones de dólares; los capitales que llegaron a países de América Central y el Caribe se mantuvieron al mismo nivel de 23 mil millones de dólares, y los flujos a los centros financieros disminuyeron 10 por ciento, a 36 mil millones de dólares.
En América del Sur los mayores incrementos se observaron en países andinos como Colombia, con 227 por ciento; Venezuela, 95 por ciento; Ecuador, 65; Perú 61, y Uruguay, 81 por ciento.
Sectores beneficiados
El sector manufacturero, señaló el documento, ha sido el principal beneficiario regional de las entradas de IED. Le siguió el sector de servicios, que continuó perdiendo importancia en beneficio del sector primario. Algunas empresas extranjeras desinvirtieron en las actividades relacionadas con los servicios, con lo que se mantuvo la tendencia que había surgido en los primeros años de la década.
La intervención del Estado en algunos países de la región se dio particularmente en recursos naturales. El ejemplo más notable es Bolivia, donde el gobierno decretó la nacionalización de los hidrocarburos y requirió a las empresas extranjeras que firmaran nuevos contratos de concesión.
Otro ejemplo es Venezuela, donde el gobierno asumió el control de 32 yacimientos petrolíferos operados por empresas extranjeras, y la reorientación de las políticas también se puso de manifiesto en los acuerdos regionales, con gobiernos reconsiderando su pertenencia a bloques regionales, sumándose a bloques existentes, firmando nuevos acuerdos bilaterales o estableciendo nuevos pactos regionales.