Caen payasos de la gracia ante la gran competencia
Para Pingo y Llantom, el ser payasos profesionales ya no es negocio. El desempleo ha provocado que decenas de personas, con un poco de pintura en el rostro y haciendo malabares en las esquinas, funjan como tales sin serlo, "afectando al gremio y sus diversas caracterizaciones: cara blanca, augusto, trampa o vagabundo feliz".
A ello se suma la falta de apoyo de las autoridades capitalinas de otorgarles un espacio para crear una escuela de payasos y evitar su desaparición, ante la "fuerte" competencia de la tecnología y lo costoso de los implementos requeridos para maquillarse y divertir a grandes y pequeños.
Hace tiempo los payasos eran quienes "movían" los circos. Hoy, son suplantados por actores o malabaristas, sin tomar en cuenta que en la ciudad existen muchas familias de payasos que se preparan y estudian para engrandecer esta profesión, para lo cual cuentan con un reglamento, ferias y convenciones internacionales, como la que se celebrará este martes y miércoles en la colonia San Rafael.
Ahí se reunirán 600 reyes de la risa de México y Latinoamérica para intercambiar experiencias, que eviten un "pronto adiós de los payasos", quienes son mayormente vistos en fiestas particulares y, uno que otro circo, cuando las risas que producen con sus juegos, chistes o gracias es ya un "remedio reconocido en cientos de países, como risoterapia".