Diluye alcance y fuerza de sus bases aéreas en todo el país
Deja la PGR la frontera sur a merced del narcotráfico
Armas, drogas e indocumentados cruzan libremente, denuncia Herrán Salvatti
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Imagen de la Base aérea de El Caracol, otro ejemplo de cómo la PGR ha disminuido la fuerza de sus instalaciones. En Toluca, estado de México, la institución que dirige Daniel Cabeza de Vaca ha reducido el número de aeronaves
En el año 2000 se consideraba que los efectos disuasivos de la Operación Sellamiento en la frontera sur habían sido "notables". Ese programa fue puesto en marcha casi al final del sexenio de Ernesto Zedillo, a fin de fortalecer los sistemas de detección y como parte de la redefinición de las estrategias de intercepción aérea, terrestre y marítima. Desde 2003 ya no existe.
Para llevar a cabo tal programa el gobierno mexicano adquirió 5 sistemas Mobile Search (que permitían detectar droga oculta en camiones), 21 equipos Secure 1000 (sistema electrónico de proyección de imagen, usado para detectar armas, explosivos, drogas y otros objetos peligrosos cubiertos debajo de la ropa), 31 Buster (equipos que permitían detectar la diferencia de densidades en la carrocería automotriz, y con ello la posibilidad de descubrir cargamentos ocultos de droga).
De esos equipos nada se sabe oficialmente; según versiones de círculos de la PGR, muchos fueron enviados a bodegas o, presuntamente, como el caso de los Mobile Search, fueron entregados a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
La intención de este programa era evitar el trasiego de droga a través de cualquier espacio en la zona entre Yucatán y Tapachula.
El Programa Nacional para el Control de Drogas 2001-2006 contemplaba su "fortalecimiento". Sin embargo, la única referencia que existe de su desaparición se localiza en el documento Acciones y resultados, editado por la PGR en noviembre del 2005.
Al respecto, el fiscal general de Chiapas, Mariano Herrán Salvatti, declaró a La Jornada en abril de este año que "es un problema que se haya eliminado la Operación Sellamiento por parte de la PGR; siempre hemos solicitado que se restablezca el sellamiento de la frontera, pero la percepción general en ese momento es que debía quitarse.
"El operativo dejó de estar presente hace más de tres años; se quitaron los Mobile Search, las bases de intercepción marítima que se tenían en Ciudad Hidalgo y, con apoyo de la Sedena y Semar, en los ríos Usumacinta y Suchiate.
"Se quitó la base de intercepción área de Tapachula, no sé donde estará el avión Flit que había. Se decía que la Armada iba a traer uno, pero la verdad es que no sé cómo opera.
"También se retiró el acinturonamiento del istmo de Tehuantepec, que era el complemento del sellamiento fronterizo.
"Lo que sucede es que se ha generado violencia en la frontera, por ello en el año 2005 hubo 26 homicidios en la frontera con Guatemala, la mayoría conectados con delincuencia organizada, pero sin que tuviéramos elementos para que la PGR los atrajera."
-Entonces, ¿ahora pueden estar pasando armas, drogas e indocumentados sin que se detecten?
-Claro, porque además ahora ya no hay revisiones. A nosotros no nos dejan hacer nada. Hemos querido instalarnos en colaboración con la autoridad federal, y la Policía Federal Preventiva (PFP) nos saca del camino.
"Hace tiempo, hubo un incidente porque nuestros agentes de inteligencia nos alertaron que venían dos camiones en los que se transportaba gente armada, y se hizo un operativo por parte de la policía sectorial.
"Al momento en que llegaron a los camiones llenos de indocumentados, aparecieron patrullas de la PFP que les estaban dando protección y les cortaron cartucho a nuestros agentes, que eran menos.
"Entonces se avisó a la Sedena, pero ya no llegaron los camiones, debieron tomar por caminos aledaños", indicó Herrán Salvatti.
Base sin radar
En la base aérea que la PGR tiene en Chetumal no hay radar que permita detectar vuelos ilícitos en la zona de la península yucateca, el número de aeronaves de la dependencia se ha ido reduciendo, y el "sellamiento" al paso de drogas se considera limitado.
Sin este equipo, la base depende del apoyo de otras zonas del país para efectuar las labores de rastreo y persecución de aeronaves procedentes de Sudamérica, confirmaron fuentes de la PGR.
Por su parte, el Ejército cuenta con un avión Embraer cuyo radar le permite detectar sobrevuelos ilícitos, pero muchas naves ingresan a baja altura, casi rozando la selva, en la denominada ribera del río Hondo, cuerpo de agua que marca los límites entre México y Belice, indicaron fuentes oficiales.
Actualmente la base de intercepción sólo sirve para operativos esporádicos, efectuados en su mayor parte por la Armada de México, y muchos sin relación con el combate al narcotráfico.
Inclusive, la frontera de Quintana Roo con Belice no ha sido blindada y, supuestamente, son frecuentes las incursiones de avionetas con droga.
Por otra parte, a Michoacán -donde han ocurrido más de 400 ejecuciones-, se le considera una de las zonas de mayor producción de mariguana y amapola, y también uno de los centros costeros de importancia para la recepción y distribución de cargamentos de enervantes hacia otras partes de la República Mexicana y Estados Unidos.
Informes oficiales indican que a pesar de ser uno de los principales "puentes" para hacer llegar la droga de Centro y Sudamérica a Estados Unidos, hay menos de cien elementos de la PGR para combatir el narcotráfico.
Según el vocero de la delegación de la PGR, Luis Martínez Plata, hay cerca de 200 elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) en Michoacán para combatir el narcotráfico; sin embargo, el presidente de la comisión de Seguridad Pública, Fernando Cano Ochoa, afirmó que la dependencia federal sólo cuenta con 50 elementos.
Admitió que casi todos los operativos se realizan por tierra y, cuando hay necesidad de realizar un vuelo con helicóptero, el aparato llega de la ciudad de México y utilizan el helipuerto de la procuraduría estatal.
Descuido en instalaciones
Otro ejemplo de cómo la PGR ha disminuido la fuerza de sus bases aéreas es Toluca, estado de México, donde hasta hace tres años la institución que dirige Daniel Cabeza de Vaca Hernández, mantenía en operación diversas aeronaves.
En 2003, en el aeropuerto internacional de Toluca laboraban más de 50 personas, entre mecánicos, técnicos, pilotos, agentes judiciales y ministerios públicos. Hoy no pasan de 15, reveló un funcionario aeroportuario.
En una visita a la terminal aérea, La Jornada pudo constatar el estado que tiene el pequeño sitio que ocupa la PGR. Se encuentra casi en el olvido, descuidado, sin pintar y cerrado, como si nadie trabajara ahí. Afuera existe una aeronave con matrícula XC VNC, que "no mueven desde hace días".
Además, el administrador de la terminal dijo que el espacio que ocupa la PGR será demolido en los próximos meses para llevar a cabo la tercera etapa de ampliación y modernización de este aeropuerto, por lo que "con toda seguridad" la dependencia será reubicada en la zona donde opera toda la aviación civil y corporativa.