La idea es permitir la inversión privada, complementaria a la pública, explica
Ya se negocia con el nuevo Congreso la apertura inteligente de Pemex: Beverido
Hacienda obstaculiza la competitividad de la industria química, acusa la ANIQ
El director general de Pemex-Petroquímica, Rafael Beverido, reveló que han comenzado negociaciones con los legisladores que integrarán el nuevo Congreso para realizar una apertura inteligente, oportuna y ordenada en la paraestatal, en la que se insiste que tenga autonomía de gestión y un gobierno corporativo con un consejo de administración independiente.
Al acudir en representación del director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Luis Ramírez Corzo, Rafael Beverido confió en que se podrá avanzar en estos temas en forma rápida, con una eventual emisión de títulos con derechos para los tenedores. La idea es permitir la inversión privada, complementaria a la inversión pública en la petrolera.
Después de una exposición sobre el comportamiento de la petrolera mexicana en los últimos años, el director de Pemex-Petroquímica advirtió que si no se avanza en estos temas en un futuro próximo se enfrentará una situación difícil. ''Queremos adelantarnos a una situación poco deseable. Tenemos que hacerlo para ser dueños de nuestro propio destino''. Es necesario, añadió, evitar la privatización de las reservas.
Además, indicó que se continúa conversando sobre algunas iniciativas como aumentar la seguridad en las instalaciones de la paraestatal y tratar de restructurar el sistema de pensiones que continúa siendo una onerosa carga para la paraestatal.
El gobierno de Fox no cumplió promesas hechas al sector químico
La Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ) acusó al gobierno del presidente Vicente Fox de aplicar políticas cortoplacistas, no cumplir promesas, e imponer medidas que ponen en franca vulnerabilidad a este sector estratégico de la economía mexicana.
Durante el 38 Foro Nacional de la Industria Química, José Luis Zepeda Peña, vicepresidente del organismo, aseguró que la Secretaría de Hacienda ha sido el obstáculo para que la industria tenga mayor competitividad, debido a que ha privilegiado políticas de recaudación en detrimento de la industria.
Petróleos Mexicanos ''es la caja chica y grande de Hacienda, pero en vez de que Hacienda desarrolle un proceso para mejorar su recaudación, como lo hacen todos los países, y tenga efectividad, en vez de batallar con eso es más fácil prácticamente secuestrar a Pemex''.
El presidente electo, Felipe Calderón, desairó al sector petroquímico organizado al cancelar su participación. El presidente Fox, quien había sido convocado para inaugurar el foro, también declinó a último momento por motivos de agenda.
Por su parte, Pedro Fernández, presidente de la ANIQ, señaló que Hacienda ha impuesto a Pemex una cadena que le pega a toda la industria, debido a queha buscado sacar el mayor provecho posible de una recaudación cautiva, lo que ha resultado en un Pemex y una Comisión Federal de Electricidad (CFE) empobrecidas.
Además, se fracturó a Pemex en cuatro subsidiarias, con lo que la empresa se desintegra y la operación se complica.
''Desgraciadamente vemos un Pemex decadente, porque no tiene los medios ni las capacidades para salir adelante''.
Fernández Cuesta criticó la posición del gobierno federal, dado que las últimas decisiones han tenido implicaciones negativas importantes para la industria.
Primero, enumeró, la Secretaría de Economía decidió no publicar el programa de competitividad, pese a haberlo concluido en diciembre de 2002, aunque ''se nos ofreció su publicación en varias ocasiones, incluidos los foros de 2003 y 2004''.
Con esta decisión, dijo, son tres los sexenios en los que la industria química ha solicitado la aplicación de una política de precios competitiva en términos globales, sin subsidios, necesaria para el desarrollo industrial, en vez de una política de precios que privilegie exclusivamente la renta pública.
En segundo término, añadió, en materia de comercio exterior el año pasado ''se nos ofreció no modificar la estructura arancelaria, hasta que se instrumentaran los elementos mínimos de competitividad que requiere la industria''.
Dichos elementos no se han puesto en marcha y, sin embargo, la Secretaría de Economía publicó el 29 de septiembre un decreto que reduce unilateralmente los aranceles para más de 2 mil 300 fracciones arancelarias del sector químico, con países que no son socios comerciales.
El decreto, añadió, afecta en forma importante a industrias básicas como la química. Al tiempo, inhibe la inversión y el desarrollo industrial, al tener que enfrentar una competencia desventajosa con países fundamentalmente asiáticos, a los cuales sus gobiernos protegen, y donde se ofrecen condiciones de libre mercado para los insumos energéticos y petroquímicos necesarios para la competitividad.
La gran carga arancelaria que se le aplica a Pemex en la venta de sus productos por parte de Hacienda ha propiciado que los insumos y los energéticos representen hasta 90 por ciento de los costos de producción de la industria química.
El presidente de la ANIQ, integrada por más de 200 empresas, recordó además que el gobierno federal falló en el ofrecimiento que le hizo a la industria y que no se ha materializado, que fue el proyecto Fénix. Destacó que adicionalmente resisten problemas operativos como los que presentan los ferrocarriles concesionados en México, que se han convertido en un obstáculo para la competitividad y el desarrollo de la industria química.
Por su parte, José Luis Zepeda, vicepresidente de la ANIQ, señaló que el problema de competitividad de insumos, petroquímica y energéticos es resultado de un enfoque de tener una política recaudatoria como país, en vez de una política de desarrollo, ''es decir, una visión de corto plazo en lugar de una de largo plazo''.
Por separado, el presidente del Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos, Francisco Toscano Martínez, anunció la 46 convención nacional del Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos. Adevirtió que las importaciones de productos químicos asciende a 9 mil millones de dólares anuales, cifra muy superior a los 3 mil 500 millones que se requieren para construir una refinería.
En petroquímica la inversión ha declinado, pues de 3 mil 685 millones de dólares anuales en promedio en la década de los 80, en el periodo 2001-2006 se han invertido apenas 4 mil 400 millones de dólares, es decir, menos de mil millones anuales en promedio.