PENULTIMATUM
Walt Disney en París
CON SEGURIDAD Walt Disney (1901-1966) nunca soñó que le harían en París un homenaje de la magnitud y la calidad del que ahora es objeto. Varias salas del Gran Palais albergan, desde hace un mes y hasta enero próximo, una original exposición en la que se muestra cómo grandes figuras del arte de todos los tiempos influyeron en la obra del cineasta y marcaron sus primeros y míticos largometrajes animados, como Blanca Nieves, Pinocho, Fantasía y El libro de la selva. Para mostrar esas influencias se exhiben numerosos diseños originales de los estudios Disney al lado de las obras del arte que los inspiraron: del medievo gótico y el arte flamenco al romanticismo, del simbolismo al cine expresionista alemán y el surrealismo. Bruegel, Durero, Daumier, Gustave Doré, Bocklin, Gustave Moreau, Salvador Dalí, Fritz Lang, Eisenstein, Chaplin. Más de 400 obras (algunas exhibidas por primera vez) y documentos revelan la diversidad de recursos y la inspiración del excelente grupo de dibujantes que logró reunir Disney. Entre ellos, Ub Iwerks, el creador de Mickey Mouse. El fue quien puso el sello de originalidad a las creaciones de los estudios Disney y que por su calidad originaron una estética nueva que extendió su influencia a muchos artistas contemporáneos. De ese grupo hicieron parte, además de Ub, varios genios europeos que debieron migrar a Estados Unidos durante el negro reinado de Hitler, Mussolini y Franco.
COMO PARTE DE la muestra hay conferencias-debates y se exhiben las principales películas animadas de Disney, así como las de otros creadores notables, como el checo Jiri Trnka, el japonés Taui Yabushita, el ruso Yuri Norstein y el francés Paul Grimault.
LA EXPOSICION SE cierra con sabor mexicano. Cuando Salvador Dalí estuvo en Hollywood, en 1945, le envió una carta a André Breton donde le dice que acaba de conocer a los surrealistas de Estados Unidos: los Hermanos Marx, Cecil B. Mills y Walt Disney. Con este último el pintor español inicia una gran amistad que desemboca en un proyecto conjunto: darle vida en el cine a la canción Destino, del compositor Armando Domínguez. Esa melodía, calificada en su época como ''muy banal", la transforma el pintor mediante más de 20 dibujos para contar el romance entre un obrero y una bailarina. Por causas desconocidas el proyecto se abandonó en 1946 y es hasta 2001 que los estudios Disney en París retoman la idea original. El hilo conductor es la torre de Babel en tercera dimensión, pintada por Dalí en los años 40. Finalmente se estrenó en 2003, en el Festival de Dibujos Animados de Ammecy, y fue postulada para los Oscar un año después. Además del cortometraje, se exhiben 22 de las obras originales elaboradas por Dalí para Destino.
COMO CORRESPONDE a un homenaje a un grupo de creadores que supo muy bien coordinar Disney, no se menciona el triste papel que éste tuviera en los peores momentos de la cruzada emprendida por el senador McCarty y que afectó la vida y la carrera profesional de talentosos actores, guionistas, productores y directores de Hollywood.