¿De veras se desploma el petróleo para 2007?
En las declaraciones oficiales sobre el precio promedio del petróleo crudo de exportación de México para 2007, como de costumbre, la Secretaría de Hacienda promueve el más bajo para disponer de mayores excedentes. Hablan de 40 a 42 dólares por barril, cuando el precio de la mezcla mexicana, en este momento en que se inicia apenas el repunte, es del orden de 48 dólares. Los cambios legales hechos antes, para "amarrar" este tipo de imposiciones en caso de que ganara las elecciones, como lo señalaban las encuestas, López Obrador, llevarían a precios aún más bajos que esa supuesta previsión.
Todavía no entra el invierno, con su aumento en la demanda de energéticos. Pero la OPEP "decidió reducir la producción de crudo, por un monto de 1.2 millones de barriles diarios (mbd), de aproximadamente 27.5 mbd, a 26.3 mbd, a partir del primero de noviembre de 2006" (Boletín de prensa 17/2006). También acordó revisar este acuerdo en una reunión extraordinaria el 14 de diciembre de este mismo año, en Nigeria.
Venezuela, con el tercer monto en importancia en el recorte de la producción, ya tenía un acuerdo con Nigeria. Irán, segundo lugar por la importancia de su reducción, tiene una "línea dura", sobre todo ante el principal consumidor de petróleo en el mundo, Estados Unidos. De ahí que cuando Arabia Saudita, primer país por la importancia de su recorte, que fue de 380 mil barriles diarios, apoyó con firmeza disminuir la producción de la OPEP, y que ésta fuera mayor de la cantidad de la que se había hablado, un millón de barriles diarios, esto dejó claro que se trataba de una reducción real.
La reducción entra en vigor el primero de noviembre, casi inmediatamente antes de las elecciones de legisladores en Estados Unidos. Hemos visto, en un artículo anterior en este mismo espacio el primero de octubre, que el gobierno estadunidense y su partido, el republicano, se ven favorecidos en la medida en que durante el periodo electoral haya gasolina barata; y que ya anteriores bajas en el precio les ayudaron en las encuestas. Luego vinieron otros sucesos que los afectaron en ese mismo plano, pero de todos modos, pasado el día de la elección, desaparece esa motivación para los precios bajos de la gasolina. Además, normalmente los cambios en los precios del petróleo se tardan un tiempo en reflejarse en los de la gasolina.
Con estos elementos inmediatos, y luego el invierno, cabe esperar movimientos al alza en los precios del petróleo, y no a la baja, como implicarían los precios que supone Hacienda.
Esto sucede con los efectos de corto plazo. De todos modos, ya los precios de los primeros meses de 2007 - el invierno en los países del norte, que tienen el mayor consumo del mundo- son parte del precio promedio de ese año.
En el caso de Rusia, segundo exportador de crudo del mundo, en invierno las exportaciones de este producto se reducen de manera considerable. No se trata, en este caso, sólo del aumento en la demanda interna, sino también de que la nieve, y en general el mal tiempo, afectan la producción.
A menudo, al evaluar los precios del petróleo, se le da una gran importancia a las existencias. Para el impacto de muy corto plazo, en efecto, muchas existencias en los almacenes implican una tendencia a la baja del precio. Pero un recorte considerable en la producción acaba con esos excedentes almacenados en relativamente poco tiempo. De ahí que las altas existencias actuales no vayan a jugar un papel importante en 2007.
En el artículo anterior mencionado, vimos cómo las causas de largo plazo apuntan a un aumento en el promedio anual de los precios. Vimos cómo las causas específicas de largo plazo ya identificadas, tanto por el lado de la oferta como por el de la demanda, tardan años en causar efectos sensibles sobre el mercado.
De modo que las supuestas previsiones de Hacienda, como en años anteriores y en el actual, se quedan cortas frente al precio real que se puede esperar. Prefieren decir mentiras, y/o seguir en la ignorancia, que dejar de tener ese "guardadito" multimillonario para sus juegos macroeconómicos.