Renacen niños en situación de calle con ayuda de ONG
Cambió las drogas por el deporte, e incluso ganó un campeonato juvenil de pentatlón moderno realizado en Alemania en 2004; también cambió la calle por el aprendizaje autodidacta de tres idiomas: alemán, francés e inglés.
A los siete años, Miguel Angel abandonó su casa porque "ya no aguantaba" los golpes que recibía de sus padres. Ahora, a los 22, se ha reinsertado en la sociedad, tiene un trabajo fijo y su meta es ahorrar dinero para irse "de aventura" a Irlanda del Norte, donde quiere vivir y trabajar.
Como él, otros 14 jóvenes que vivían en situación de calle y que fueron acogidos por la Fundación Renacimiento, han dejado las drogas, continúan con sus estudios y tienen un empleo.
Jessica, quien llegó a la institución con un embarazo avanzado, terminó la secundaria y trabaja de recepcionista en unos laboratorios médicos; su meta es superarse cada día para sacar adelante a su pequeño hijo. Sara, oriunda de Durango, escapó de su casa desde muy pequeña y llegó a la ciudad de México, donde ahora cursa la preparatoria y trabaja en un cine.
Y la lista continúa: Marcelino, Temo, Juan... Todos ellos con historias de abandono, violencia intrafamiliar y adicción, ahora buscan una mejor calidad de vida.
José Vallejo López, director y fundador de esa institución de asistencia privada, señaló que desde 1993 alrededor de 60 "muchachos" han concluido su proceso de rehabilitación, que dura entre cinco y ocho años, según el caso, y suman ya cinco generaciones de niños que encuentran aquí condiciones de superación.