Los mexicanos plantean perímetro de seguridad regional
Buscan en Canadá apoyo contra el llamado muro de la ignominia
Ampliar la imagen La construcción de un nuevo muro salió a relucir en la Interparlamentaria México-Canadá Foto: Notimex
Ottawa, 23 de octubre. La 14 Reunión Interparlamentaria Canadá-México comenzó ayer con la propuesta de la delegación mexicana de avanzar en la creación de un polígono de seguridad para América del Norte, con el propósito de combatir el crimen organizado y el terrorismo en el continente; la necesidad de consolidar un espacio económico común en la región, y reprobar las políticas antinmigrantes.
Sin que estuviera en la agenda del encuentro bilateral, los legisladores mexicanos lograron meter en la discusión el tema del muro que Estados Unidos proyecta construir en la frontera con México, e incluso solicitaron a los congresistas canadienses apoyo para promover una reunión trilateral, en la que se analice esa medida con los parlamentarios estadunidenses, ya que la consideran "una ignominia".
De manera general, la delegación que encabeza el senador panista Santiago Creel planteó la posibilidad de llevar a cabo reuniones trilaterales e incluso avanzar en la creación del Parlamento de América del Norte, instancia para analizar los problemas comunes de los tres socios del Tratado de Libre Comercio, tanto en materia migratoria como de seguridad fronteriza e integración económica.
Al final de la jornada, tanto Creel como el perredista Carlos Navarrete informaron que encontraron buena disposición de los anfitriones. Por la mañana, durante la inauguración, el presidente de la Cámara de los Comunes de Canadá, Peter Milliken, pidió basar la relación bilateral en la realidad y "no en clichés pasados de moda", con el propósito de cumplir con los retos de seguridad energética y transfronteriza, así como el cambio climático en la región.
Entrevistado luego de la inauguración, Milliken dijo a los reporteros que no considera que sea "buena idea" levantar un muro en la frontera entre México y Estados Unidos. Se trata de una cuestión difícil, tanto como la pretensión de exigir pasaporte a los ciudadanos canadienses a su ingreso a territorio estadunidense.
Durante los trabajos, que se llevaron a cabo en el imponente edificio del Parlamento canadiense -situado a orillas del mayor río que atraviesa Ottawa, el Rideau-, el diputado priísta José Murat demandó a los canadienses promover de manera conjunta un encuentro con congresistas de Estados Unidos, en el que se analice lo que llamó "el muro de la ignominia".
Después, el senador perredista Silvano Aureoles y el diputado de Convergencia José Luis Aguilera Díaz retomaron también el tema, e insistieron en que se trata de una medida inaceptable, que vulnera los derechos de los migrantes mexicanos y ni siquiera resolverá la problemática de cruces indocumentados hacia Estados Unidos.
De acuerdo con Creel, percibieron buen ánimo en sus pares canadienses, quienes analizarán la posibilidad de respaldar una reunión trilateral con Estados Unidos, además de que valoran también emitir un pronunciamiento conjunto en contra de la construcción del muro.
"Hemos planteado la necesidad de reprobar la política que va en contra de los flujos migratorios, como la que ha llevado el gobierno de Bush con, entre otras cosas, la creación del muro fronterizo", precisó Creel. Sostuvo que la migración se debe entender como un fenómeno mundial que demanda talento y creatividad de los gobiernos, sobre todo cuando son socios y amigos.
La presidenta pro tempore del Senado de Canadá, Rose-Marie Losier-Cool, durante el acto de inauguración recalcó que más allá de la importancia de la reunión bilateral México-Canadá, es igualmente importante construir una relación trilateral, sobre todo porque ambos son vecinos de la principal potencia del mundo.
En un ambiente cálido, muy lejos del frío invernal que azota a Canadá, también Milliken aludió a esa "posibilidad única de compartir un continente con la superpotencia".
Polígono de seguridad
En su discurso inaugural, Creel citó tres mecanismos a escala trilateral, entre ellos la "urgente creación" de un perímetro común de seguridad para América del Norte, que a la vez que respete nuestra soberanía permita compartir los males que no tienen frontera, entre los que mencionó el crimen organizado y el terrorismo.
En entrevista posterior precisó que no se trata de la creación de un nuevo polígono, sino de reforzar el que ya existe, con mayor intercambio de información de inteligencia, equipo y armamento, así como mayor colaboración entre las tres naciones para enfrentar fenómenos como el narcotráfico, el terrorismo y el tráfico de migrantes.
Creel planteó también la urgencia de consolidar un espacio económico común, que expanda las oportunidades y logre que el comercio, el capital y las personas fluyan con libertad y seguridad, con el establecimiento de un fondo de inversión para infraestructura y capital humano en la región.
El priísta Eloy Cantú, presidente de la Comisión de Comercio del Senado, precisó a su vez que se trata de impulsar la competitividad en la región para promover el comercio regional y evitar que los mercados de los tres socios del TLCAN estén inundados de productos asiáticos.
"La propuesta concreta es empujar, más allá de ese tratado, la competitividad comercial, con el propósito de que los productos que invadan el mundo sean los de Canadá, México y Estados Unidos. Es decir, pensar globalmente, pero actuar a nivel de región."
Puso de ejemplo que la sexta planta de Toyota se termina de construir en San Antonio, pero ya hay un convenio para que se instale en Monterrey la empresa Bridgestone, que proveerá de llantas a la armadora japonesa.
Estos temas se discutieron durante el primer día de trabajos que proseguirán hoy con la revisión de los temas energético, de migración y medio ambiente.