La obra de ingeniería costará 5 mil 250 mdd y el dragado empezará en 2007
Grandes empresas y bancos tejen redes para participar en la ampliación del Canal de Panamá
Panamá, 23 de octubre. Las grandes empresas internacionales, incluyendo las del empresario de Carlos Slim, merodean en torno al Canal de Panamá en espera de hacerse con un buen pellizco en la ampliación de la ruta interoceánica, una obra de ingeniería que costará 5 mil 250 millones de dólares y que fue aprobada por 78 por ciento de los panameños, en una consulta realizada el domingo.
Varias empresas ya han dejado claro su interés. Otras esperan atentas. Ingenieros y ejecutivos tejen sus redes, activan contactos y buscan un socio panameño para beneficiarse de su agenda, pese a que las excavadoras gigantes no empezarán a funcionar antes de un año, en el mejor de los casos.
''Las empresas son muy activas. Los grandes grupos internacionales han manifestado públicamente su interés'', señala el jefe de la misión económica francesa en Panamá, Philippe Castéran.
Según los planes, los panameños se encargarán de las operaciones de dragado, que comenzarán en 2007, pero el resto de la obra será objeto de una licitación internacional, probablemente en la primavera de ese año.
Será necesario cavar dos fosas de 8 kilómetros (del lado del Pacífico) y de 3.2 kilómetros en el Atlántico, de 200 metros de ancho, donde se construirá el tercer juego de esclusas deslizantes y las tinas para las reservas de agua.
Por la nueva vía de navegación podrán tener cabida buques que hoy resultan demasiado grandes para pasar por las esclusas actuales.
Los gigantes como Halliburton, Caterpillar, Bechtel y General Electric (Estados Unidos), Mitsubishi (Japón), Evergreen (Taiwán), Oderbrecht (Brasil), el grupo de Slim, Siemens (Alemania), los bancos HSBC, Citibank, JP Morgan, Credit Suisse, Bank of Tokyo están al acecho.
Por la parte francesa, Suez, Bouygues, Vinci, Eiffage o Alstom están bien situados, al igual que BNP-Paribas y el Crédit Agricole-Crédit Lyonnais, ya que Panamá pretende pedir un préstamo por cerca de la mitad del presupuesto del proyecto.
''Los bancos consideran que es un proyecto muy rentable'', señala un diplomático europeo en Panamá.
El presupuesto para la ampliación es de 5 mil 250 millones de dólares, pero los detractores aseguran que la factura final podría llegar a los 10 mil millones.
''No habrá ventajas para ningún país ni para ninguna empresa'', prometió el director de planificación de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Rodolfo Sabonge. ''No vamos a firmar contratos con las empresas a título individual; los consorcios serán la única forma práctica de hacerlo'', indicó.
El dirigente de la Autoridad del Canal de Panamá subrayó que la obra no alterará el funcionamiento del paso y que los 14 mil buques que lo surcan cada año podrán continuar con sus operaciones.
Sin dar fecha exacta, Rodolfo Sabonge manifestó que la primera etapa del proceso de ampliación será aumentar el peaje. La ACP prevé un aumento del 3.5 por ciento anual para financiar parte de la obra.
Una vez que se redacten los contratos y se realicen los estudios de impacto ambiental, se podrá lanzar la licitación internacional. El calendario oficial prevé que los trabajos empiecen en 2007.
El emplazamiento donde se construirá la tercera vía de navegación estará preparado para entonces y los equipos de las líneas eléctricas, telefónicas y las vías de comunicación se habrán adaptado a las máquinas de la obra.
Los detractores del proyecto acusan al gobierno de estar empeñado en la ampliación del canal porque va a recibir buenos millones de dólares por debajo de la mesa.