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La unión de dos gigantes
La adquisición de YouTube por Google muestra que la Web 2.0 ha llegado a la mayoría de edad
Ampliar la imagen Chad Hurley y Steve Chen, fundadores del sitio de diversión YouTube, recién adquirido por Google Foto: Archivo
"Chad y Steve me recuerdan a Larry y Sergey", expresó Eric Schmidt, figura paterna y presidente de Google. El 9 de octubre, Google, fundada por Larry Page y Sergey Brin, anunció que había comprado acciones por 1,650 mdd de YouTube, fundada por Chad Hurley y Steve Chen.
Page y Brin crearon un fenómeno de Internet con su buscador y refutaron la opinión convencional al demostrar que se podía ganar dinero con un buscador si se vinculaba con publicidad. El año pasado, Hurley y Chen (en la fotografía) crearon otro fenómeno: un simple sitio web de diversión donde cualquiera puede colgar videoclips para compartirlos. Cada día los fanáticos de YouTube descargan 65 mil videos y miran 100 millones. YouTube todavía no demuestra que la publicidad puede hacer que los videoclips sean tan lucrativos como los resultados de búsqueda. Sin embargo, Google sólo encontró una manera de "monetizar" su servicio después de hacerse popular. "Realmente me recuerda a Google apenas hace unos años", dijo Brin para aclarar el punto.
Con este convenio, "dos reyes se han reunido", alardeó Hurley en un videoclip sobre YouTube. No exageraba: en 1995, el debut en bolsa de Netscape, primer navegador popular de web, marcó la primera generación de Internet. En 2000, la fusión de Time Warner, un "medio de comunicación viejo", y AOL, un "nuevo medio de comunicación", vino a simbolizar los excesos de aquella era, y en 2001 el colapso de Webvan, sitio web notoriamente desafortunado, ejemplificó la ruina.
Esta semana, las nupcias entre Google y YouTube podrían llegar a recordarse como el "momento Web 2.0", esto es, que la web versión dos ha llegado a la mayoría de edad.
Hasta hace poco era un acuerdo poco probable. Hurley y Chen decían en público que no buscaban comprador porque querían seguir siendo independientes; en privado, se expresaban mal de Google y su sitio rival, Google Video. Por su parte, Google hacía muchas adquisiciones pequeñas, pero manifestaba no estar interesada en una grande. Page y Brin comenzaban a preocuparse de haberse metido ya en demasiados productos, más allá de ser un explorador de web, y correr el riesgo de confundir a sus usuarios
Ambas empresas cambiaron de opinión. Para YouTube, la venta era lógica. Como docenas de otros sitios de videos compartidos, tenía pérdidas, enormes gastos derivados de almacenar y ofrecer todos esos videos, y sin grandes ingresos que digamos. Y caminaba en la cuerda floja de la legalidad, porque muchos de los videoclips violaban derechos de autor. Además, sus inversionistas deseaban recuperar su dinero.
La venta a Google soluciona la mayor parte de estos problemas. Los enormes y crecientes servidores de Google pueden almacenar información a precio más bajo que cualquier otra empresa. Su principal negocio de publicidad a través del explorador es tan rentable que puede permitirse sostener a YouTube hasta que tenga ingresos significativos. Google tiene la red más grande de anunciantes en línea, quienes ahora pueden acudir a YouTube. Dispone de ejércitos de abogados para atender pleitos por derechos de autor. Los fundadores de YouTube y sus inversionistas harán una fortuna. Y al parecer, Google ha aceptado que YouTube mantenga su identidad.
Para Google, comprar YouTube era un asunto poco claro al principio. Hasta entonces había comprado diminutas empresas de tecnología, a menudo para incomodar a Microsoft, el gigante de los productos informáticos que dominó la era de la computadora personal y la primera generación de la web. Esta vez, sin embargo, Google compra a un rival. Según Hitwise, empresa de estudios de mercado, YouTube tiene cuatro veces más visitantes que Google Video; de acuerdo con comScore, otro equipo de investigación, YouTube hace fluir videoclips nueve veces más que Google Video. Y que ahora Google esté dispuesto a comprar un liderazgo de mercado, más que a construirlo, marca un enorme cambio estratégico.
El acuerdo es un "movimiento audaz y maduro de Google, que muestra que la dirección no está demasiado orgullosa u obstinada para darse cuenta de que no puede construir todo por sí misma", dice Henry Blodget, analista de Cherry Hill Research. En efecto, Schmidt reconoció de manera franca que YouTube es el "ganador evidente", en especial en la creación de redes sociales alrededor de su sitio.
Pero, al parecer, Google también piensa en el futuro lejano. Su misión es "organizar la información del mundo", y sucede que mucha información está en formato de video. El impulso natural de Google sería liberar sus algoritmos sobre ese contenido de video para buscarlo. Pero la búsqueda directa de fotos o videos (a diferencia de las palabras que la gente adjunta para describirlos) es mucho más difícil que catalogar y buscar un texto. "La búsqueda de video simplemente no resulta", dice Charlene Li, analista de Forrester, empresa de investigación, así que los usuarios tienen que "confiar en las opiniones, clasificaciones y listas de reproducción de otros para descubrir un buen video". Esto significa usar redes sociales: precisamente la propuesta de YouTube.
Juntos, Google y YouTube también pueden atender mejor el riesgo más grande para ambos: las demandas legales. "Los abogados de Google estarán muy muy ocupados", dice Mark Cuban, un blogger que en 1999 se volvió millonario cuando vendió Broadcast.com, empresa de radio web, a Yahoo!, principal rival de Google.
FUENTE: EIU
Traducción de texto: Jorge Anaya