Activistas demandan la renuncia del primer ministro húngaro Ferenc Gyurcsany
Disturbios en Budapest marcan el aniversario de la insurrección de 1956
La policía usa gas lacrimógeno y los manifestantes un viejo tanque soviético
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Durante los enfrentamientos en la capital de Hungría por lo menos 30 manifestantes resultaron heridos al chocar con la policía
Foto: Reuters
Budapest, 23 de octubre. Hungría recordó hoy el 50 aniversario del levantamiento popular de 1956 contra la ocupación militar soviética, en medio de una crisis política interna y de enfrentamientos entre fuerzas policiales y decenas de activistas de derecha, que demandan la dimisión del primer ministro, el socialista Ferenc Gyurcsany, al que consideran ilegítimo por haber mentido sobre la situación económica del país, para relegirse en las parlamentarias de abril.
Los choques de hoy representan una escalada violenta en las manifestaciones que desde hace un mes se han registrado en la capital húngara, protagonizadas por el partido Fidesz, que se declara indignado por confesiones de Gyurcsany sobre su estrategia de campaña, hechas en un discurso a puertas cerradas en mayo, pero filtrado en septiembre a los medios de información.
Desde la noche del domingo, centenares de simpatizantes de Fidesz se apostaron en la plaza Kossuth, ubicada frente al Parlamento, pero la policía dispersó a esas personas en la madrugada de este lunes.
Tras reagruparse, los opositores marcharon hacia la plaza en la mañana del lunes, mientras que un pequeño grupo abordó un viejo tanque soviético T-34 de la Segunda Guerra Mundial, que formaba parte de las piezas conmemorativas de la represión soviética, y lo dejaron ir, sin tripulación, contra las líneas de la policía.
"La multitud comenzó a festejar, pero la policía respondió con gas lacrimógeno", dijeron testigos.
En la batalla campal, los manifestantes formaron barricadas con rejas metálicas y objetos diversos. Una bomba molotov estalló cerca de las filas policiales y por lo menos un agente resultó herido. Del lado de los opositores, unas 30 personas resultaron heridos, pero ninguno de gravedad.
La plaza fue cerrada al público en la tarde de este lunes para realizar una ceremonia oficial conmemorativa de los hechos ocurridos entre el 23 de octubre y el 4 de noviembre de 1956, cuando el levantamiento popular acabó con la incursión de tropas soviéticas y la muerte de unos dos mil 600 húngaros, que resistieron el embate militar, así como la ejecución de 200 más involucrados en la movilización.
Desde el Parlamento, Gyurcsany, quien fue líder juvenil durante el régimen aliado de la Unión Soviética, rechazó las comparaciones entre los dos hechos. Hace medio siglo había una dictadura, ahora el lugar del debate es el Parlamento elegido democráticamente, dijo el jefe del gobierno.