Hoy, última función de Las caribeñas que me sé..., en el teatro bar El Vicio
Mi espectáculo es un homenaje a lo que cantaba en mi infancia: Macari
Ampliar la imagen Janette Macari vestirá el escenario con bolero cubano, rumba, son y mambo
Hoy se efectuará la última función de la corta temporada del show Las caribeñas que me sé (homenaje a Niña Popoff), de Jeanette Macari, fusión de la noche, el cabaret y la buena música, a media luz, con temas de los años 40 y 50, pero, a diferencia de sus presentaciones anteriores de esta propuesta, le dará un toque por los días de Muertos que se avecinan.
No se caerá en lo lúgubre, pues "sólo serán unas notas para recordar a mi novio, quien falleció recientemente", acotó. Es decir, Macari vestirá el escenario con ritmos del bolero cubano, yucatecos, la rumba, el son y el mambo, acompañada de músicos de talla internacional: los venezolanos Carlos de Mila en el piano y Felipe Acevedo en las percusiones, guitarra y tres, además de Jorge Molina Luri en el contrabajo.
El teatro bar El Vicio (Madrid 13, Coyoacán, cóver 150 pesos) ha sido adecuado y la gente "ha reído y llorado", comentó Macari.
No obstante, es autocrítica: "A mí, en este caso, me ha faltado irme a los extremos, que es lo que tienen otros shows míos. Son de repente muy dramáticos y de pronto muy cómicos. Pero, claro, ser caribeño tiene un tono un poco más suave."
La canción No puedo ser feliz la interpretará al final, con el objetivo de dar contexto al Día de Muertos. "Se murió una persona a la que amaba." Otras composiciones son las del Jibarito Rafael Hernández, como Lamento borincano, Campanitas de cristal, Capullito de alhelí.
También de la vieja trova cubana, yucatecas. "Paso a una parte mucho más romántica que no es caribeña, pero que la ubicamos en ese contexto, donde incluyo cosas de Miguel Pouz; y hay sorpresas, a lo largo de una hora 40 minutos, más una improvisación."
Macari dijo que este espectáculo "es un homenaje a lo que cantaba en mi infancia, cuando me ponía trapos y plumas, y cantaba frente al espejo. Bailaba mambo porque mi mamá, Deyanira, fue bailarina y tenía un ballet, el Continental. Actuaban en los principales números del teatro Lírico o El Patio.
"Las fiestas en mi casa eran con las seis solistas del Continental. Bailábamos mambo. En el show la gente no puede bailar; se queda con ganas. Sí cantan."
Este trabajo lo desarrollará para que crezca y "quizá montarlo en el Teatro de la Ciudad, sumado al proyecto de tango. Esto confirma mi propuesta hacia la diversidad, que para mí es importante. Siempre utilizo géneros, temas que rehago, para darles un tono de cabaret personal.
"Esto es parte de una trilogía: Las que me sé, con cabaret europeo y mexicano; Tango, y éste del Caribe, con varios ambientes."
Insistió en el tópico de la diversidad, "pues la cultura de la ciudad nos hace multiculturales; nadie puede negar el sello de esta ciudad. Todo lo que yo hago realmente es una herencia de esta revista de los años 50 que absorbí tanto. De aquí ojalá sigan presentaciones en el Lunario del Auditorio Nacional, en el Teatro de la Ciudad, en foros culturales, en los festivales.
"Moveré mis tres espectáculos y grabaré un disco en 2007."
El show se realiza en el Teatro Bar El Vicio, cóver 150 pesos. "El Caribe, su sonido y marea, con un toque de Día de Muertos."