El sector petrolero de Canadá se repuso gracias a reformas, insiste el presidente electo
Por el muro fronterizo, Calderón prevé "compleja" reunión con Bush
Pedirá mayor compromiso de EU para reducir consumo de enervantes en ese país
Ampliar la imagen El primer ministro canadiense, Stephen Harper, y Felipe Calderón durante el primer día de la gira del presidente electo Foto: Reuters
Ottawa, Canada, 27 de octubre. A dos semanas de su visita a Estados Unidos, el presidente electo, Felipe Calderón, previó que la reunión con George W. Bush será "enormemente compleja" por la "equivocada" decisión de construir el muro fronterizo en Arizona, aunque mostró disposición a atender las exigencias de sus socios del norte de establecer "fronteras inteligentes" y así garantizar la seguridad.
Presentó como logro de su encuentro con Stephen Harper, primer ministro canadiense, el acuerdo de "tener una reunión cumbre trilateral de líderes de América del Norte; es decir, de los tres presidentes de la región, de Canadá, de Estados Unidos y México, cada año". La primera se llevará a cabo en junio próximo.
El panista permaneció medio día en la capital canadiense, tiempo en el que ofreció una rueda de prensa y junto con su comitiva, integrada por su equipo de transición y por 11 legisladores, asistió a dos reuniones privadas con expertos y funcionarios del sector forestal y medioambiental, así como con el presidente del Senado, Noel A. Kinsella.
Con una referencia "anecdótica" -según dijo- defendió la apertura del sector energético a la inversión privada y puso de ejemplo a las empresas canadienses que exploran y producen petróleo en Cuba, donde prevalece un "gobierno declaradamente comunista y estatista".
Insistió en que hace 25 años el sector energético de Canadá estaba "arruinado", pero como producto de las reformas -que incluyó la participación de la inversión privada- se ha convertido en una potencia energética y acumula "reservas petroleras que hoy son las segundas más importantes del mundo, después de las de Arabia Saudita".
Sin querer opinar sobre la decisión del presidente Vicente Fox de cancelar el desfile del 20 de noviembre, adelantó que durante su gobierno conmemorará "una fecha tan significativa con todos los honores de un evento republicano".
A 14 días de su entrevista con Bush en la Casa Blanca, no perdió oportunidad para insistir en que defenderá a los migrantes mexicanos, e inclusive señaló que el muro daña la relación con Estados Unidos.
Al mismo tiempo defendió al gobierno de Fox y lo deslindó de cualquier responsabilidad en la política exterior que aplica Bush hacia México, pues dijo que la decisión del muro obedece, sobre todo, a intereses electorales.
Sin los reflectores que le dio su visita del primer día en el Parlamento, lo mismo que las entrevistas que tuvo en la Casa de Visitantes Distinguidos, el panista ofreció una rueda de prensa en un pequeño salón del hotel Lord Elgin.
Orgulloso de haber establecido una relación "personal y de mutua confianza" con Harper, señaló que inclusive definieron convocar a lo que bautizó como una "cumbre trilateral de líderes de América del Norte" que se realizará cada año.
En esta línea, anunció que su visita del 9 de noviembre a la Casa Blanca sigue en pie y que su propósito es iniciar cuanto antes un trabajo de restablecimiento de vías de entendimiento y colaboración con su socio comercial para el asunto migratorio.
Así en su discurso combinó críticas al gobierno estadunidense con guiños cuando señaló que en las conversaciones con Harper se habló de poner en práctica las llamadas "fronteras digitales" -demanda reiterada de Bush-, que consisten en el uso de tecnología para agilizar comercio y dar garantías de seguridad a esta región.
En su cuestionamiento a la construcción del muro en la frontera norte, señaló que "indudablemente complica" la relación bilateral más importante de México, lo cual es innecesario, inoportuno y dañino para ambos pueblos.
Acorde con esta línea, anunció que pondrá sobre la mesa la exigencia a Bush de que haya mayor compromiso de Washington en la reducción del consumo de enervantes, bajo la premisa de que México no puede por sí solo reducir la demanda de drogas de los estadunidenses.
Exportar mano de obra calificada, una meta
Luego de que Harper respondió al presidente electo que existen impedimentos legales para ampliar el Programa de Trabajadores Temporales con México, Calderón matizó sus declaraciones.
Primero reconoció que esta iniciativa se encuentra en etapa "exploratoria" y que el acuerdo fue alcanzado con algunos sectores de inversión en Canadá, "más que hecho por el propio gobierno".
El plan del panista consiste en buscar un programa para que no sólo los trabajadores agrícolas tengan estancias temporales en Canadá, sino también que médicos, enfermeras, expertos en energía y de servicios financieros sean beneficiarios.
Para ello, el michoacano pretende capacitar de manera intensiva a jóvenes mexicanos para que hablen inglés a fin de que tengan empleos "altamente remunerados" en sectores donde hay "alta demanda de mano de obra".
En sus últimas horas de estancia también habló de sus planes para el siguiente sexenio. Aseguró que en una primera etapa preservará la organización actual del gobierno, lo que significa que no reducirá el número de secretarías de Estado.
Por ahora, prefiere concentrar su esfuerzo en la labor legislativa, en el diseño y aprobación de un nuevo presupuesto para el año próximo, así como en la jerarquización de los programas prioritarios de la próxima administración.
Señaló que será después cuando busque proponer al Congreso de la Unión una reorganización "a fondo" de la administración pública.
Calderón regresó a la ciudad de México después de las cinco de la tarde y descansará este fin de semana para reanudar actividades el próximo lunes.