Alerta en Estados Unidos ante el éxito nuclear iraní; Rusia le resta importancia
Técnicos de Irán empiezan a alimentar con gas el segundo grupo de centrifugadoras
"Sanciones ajustadas" en caso de que fracase el diálogo con Teherán, pide Jacques Chirac
Teherán, 27 de octubre. Técnicos iraníes comenzaron a alimentar con gas el segundo grupo de máquinas centrifugadoras destinadas al enriquecimiento de uranio en laboratorios de desarrollo nuclear, hecho que de inmediato desató una reacción de alerta de Estados Unidos, pero que Rusia consideró poco relevante para que Teherán obtenga la tecnología atómica.
El avance iraní en la producción de su propio combustible nuclear fue notificado oficialmente a la Agencia Internacional de Energía Atómica, en momentos en que las potencias armadas nucleares (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China) tratan de ponerse de acuerdo en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para pactar sanciones contra Irán.
Desde hace un año las potencias atómicas han forcejeado con Irán en una serie de fallidas negociaciones para lograr que la república islámica detenga sus planes de desarrollo nuclear, que según el gobierno del presidente Mahmud Ahmadinejad sólo están orientados a fines pacíficos de desarrollo energético.
La información sobre la puesta en marcha del segundo grupo de centrifugadoras fue difundida por la agencia de noticias Isna, con base en fuentes gubernamentales que no identificó de manera específica.
De acuerdo con esta versión periodística, los técnicos iraníes introdujeron en las centrifugadoras gas hexafluorido de uranio, conocido como UF6.
A principios del presente año, el gobierno de Irán dio a conocer que había logrado enriquecer uranio en bajas cantidades en su planta de Natanz, en una primera línea de centrifugadoras.
La información de la agencia Isna no precisó el sitio en que los técnicos iraníes activaron la segunda cascada para el enriquecimiento de uranio.
Después de conocer la noticia en Washington, el presidente estadunidense, George W. Bush, dijo que los trabajos de Irán tendientes a la producción de combustible nuclear indican que "debemos duplicar nuestros esfuerzos para trabajar con la comunidad internacional con el objetivo de persuadir a los iraníes de que si continúan trabajando en ese proyecto sólo conseguirán aislamiento" internacional.
Estados Unidos, al igual que Gran Bretaña, Francia y Alemania, consideran que la intención del programa nuclear de Irán es construir armas nucleares.
"La idea de que Irán tenga un arma nuclear es inaceptable", dijo el mandatario estadunidense, quien habló después de recibir en Washington al secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Jaap de Hoop Scheffer.
Al comentar la versión de Isna sobre la puesta en marcha del segundo grupo de centrifugadoras, el presidente de Francia, Jacques Chirac, dijo que en caso de que fracase el diálogo con Irán sobre sus actividades nucleares, "sería necesario buscar sanciones ajustadas, adaptadas, provisionales (y) reversibles", pero no dio detalles.
Al profundizar sobre la postura francesa, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Jean-Baptiste Mattei, dijo que las acciones iraníes "agravan las preocupaciones de la comunidad internacional.
Sin embargo, el ministro de Defensa ruso, Serguei Ivanov, afirmó desde Moscú que Irán está todavía lejos de conseguir la tecnología nuclear y señaló que el gobierno del presidente Vladimir Putin, que colabora con Teherán en el desarrollo de su planta nuclear en la localidad de Bushehr, "no comparte esos temores".