Compartimos con las abejas 47.5% de los genes

Londres/ Washington/ Hohenheim, 27 de octubre. La abeja productora de miel y el ser humano tienen más en común de lo que se presume a simple vista. Tanto el homo sapiens como la apis mellifera son seres sociales, viven en sociedades complejas y deben arreglárselas con problemas como la necesidad de comunicación, el envejecimiento, las malas conductas sociales o la rápida expansión de enfermedades infecciosas.

El desciframiento del genoma de las abejas, presentado por investigadores en la revista científica británica Nature (volumen 443, página 931), permite lograr una nueva comprensión del complejo comportamiento social de los insectos y sus orígenes geográficos.

Quien se encuentra frente a problemas similares halla estrategias de solución similar, aun con diferencias filogenéticas tan grandes como las que hazy entre las abejas y los humanos.

En esto reside el significado inmediato del desciframiento del genoma de las abejas.

Aportes a la medicina

Según el consorcio internacional del genoma de las abejas, bajo la dirección de los científicos estadunidenses George Weinstock y Gene Robinson, en el que participan unas 100 instituciones, la abeja comparte con el hombre 47.5 por ciento de los genes.

Los científicos esperan que el genoma de la abeja de la miel ayude a la medicina en la lucha contra parásitos, intoxicaciones y alergias, enfermedades mentales e infecciosas, así como en la investigación del envejecimiento. También es importante para la alimentación y la agricultura.

Sin embargo, estos ambiciosos objetivos se encuentran aún muy lejos. Primero se logró descifrar los alrededor de 300 millones de pares de bases del ADN de las abejas. Estos insectos tienen unos 10 mil genes, pero sólo se conoce la función de algunos.

"Tenemos las letras, pero no entendemos qué significa todo eso", subrayó Peter Rosenkranz, del Instituto de Investigaciones Apícolas de la Universidad de Hohenheim, en Alemania.

Sin embargo, ya existen primeros análisis. En comparación con otros insectos, el genoma de la abeja productora de miel se desarrolló muy lentamente y contiene muchos genes para el sentido del olfato.

Las abejas pueden oler mejor que las moscas de la fruta o los mosquitos, pero su sentido del gusto es mucho peor, informa Gene Robinson en la revista Genome Research (volumen 16, página 1339). Las abejas utilizan su excelente sentido del olfato para la comunicación, la orientación y la búsqueda de alimentos.

El genoma descifrado indica además que la apis mellifera, conocida también como abeja europea, es originaria de Africa, desde donde se expandió a Europa en dos migraciones independientes, indica Robinson Charles Whitfield en la revista Science (volumen 314, página 642).

Capacidades admirables

El desciframiento del genoma de la abeja de la miel es un aporte ante todo para la investigación básica. "No podemos fabricar abejas con determinadas características"Ç subrayó Rosenkranz.

Sin embargo, es optimista acerca de que la secuencia del genoma de la abeja tendrá una utilidad práctica en el futuro. Las abejas, por ejemplo, tienen una capacidad de aprendizaje admirable, lo que también se demuestra en su avanzada comunicación.

"Las abejas de la miel aprenden muy rápido y bien. Los procesos de aprendizaje y sus bases en el genoma y en el cerebro se pueden investigar de manera más rápida y sencilla que en los seres humanos o en los primates, por ejemplo", explicó Rosenkranz.

"Debido a que los procesos bioquímicos básicos son iguales en todos estos organismos, en las investigaciones en las abejas se pueden lograr importantes resultados que, por ejemplo, también se podrían utilizar para pacientes con Alzheimer", añadió.

Dpa