Sencilla, se presentó en el escenario e interpretó, sobre todo, canciones propias
Deitra Farr ofreció magnífica velada de blues en Ruta 61; hoy, última actuación
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De nueva cuenta Ruta 61 se inundó del blues de Chicago. En la imagen, Deitra Farr, la noche del jueves pasado
Foto: Carlos Ramos Mamahua
Antenoche, el espacio azul de nuestra ciudad capital, Ruta 61, dio la bienvenida a la cantante Deitra Farr, quien llegó de Chicago para blusear con los mexicanos.
Gracias al entusiasta trabajo de promoción de Eduardo Serrano, encargado del establecimiento, ya se ha vuelto una maravillosa costumbre escuchar a músicos de Chicago en este lugar, bautizado en una de sus paredes por Tía Juanita como "Gruta 61". Es más, Ruta 61 ya es conocido en el circuito blusero de "la ciudad de los vientos".
Sencilla, sin aspavientos al acercarse al escenario, Deitra Farr, sujetando su colorido bolso, con un amplio sombrero negro, más bien parecía a punto de emprender un paseo dominical por el parque.
Cosa extraña, al primero de los tres conciertos de Farr (una de las principales voces de Chicago, según Living blues magazine) no llegó la cantidad de gente que suele hacerlo en las fechas de invitados especiales. Quizá la tormenta que cayó esa tarde-noche influyó.
Eran pocos, pero muy entusiasmados, lo cual se notó durante las dos ocasiones en que se fue la luz. Durante varios minutos, sólo se escuchó la suave y dulce voz de Deitra acompañada de los aplausos y el tamborileo en la batería.
Vieja Estación, a la altura
Integrantes de la banda Vieja Estación acompañaron a la cantante de Chicago. Más allá de algún traspié que provocó la severa mirada de la frondosa cantante, estos músicos argentinos nuevamente mostraron tener un impresionante talento para acompañar a grandes artistas como John Markiss, Carlos Johnson, Billy Branch, Grana Louise y Dave Specter.
En esta ocasión tuvieron el mérito adicional de que el mismo día del concierto lograron sacar dos canciones del disco Let it go!, de Farr.
La mayoría de las canciones que interpretó Deitra Farr eran composiciones propias (varias con un estilo funky, soulesco) o piezas creadas para ella; fueron pocas las clásicas conocidas (una fue Shame, shame, shame, de Jimmy Reed).
Farr, quien lleva 32 de sus 49 años cantando profesionalmente, no estaba ahí para complacencias baratas. Alguien del público pidió Sweet home Chicago. La respuesta de Farr fue contundente: "No voy a cantar esa estúpida canción. ¡Quiero salir de Chicago! ¡Sólo si me dieras un millón de dólares la cantaría!"
Además de cantante, Deitra es escritora, periodista y colabora para publicaciones culturales. Inclusive, confesó a este diario que se reconoce a sí misma más como mujer de palabras. Además, recientemente incursionó en la pintura (una mujer del público se acercó a decirle que quiere comprarle una obra que vio en su página electrónica). Farr es gran admiradora de Frida Kahlo.
En suma, fue una velada de magnífico blues en aquel ambiente íntimo.
Deitra Farr nunca toma. Sin embargo, anteanoche, después del concierto, decidió celebrar con una piña colada... y luego otra.
Hoy es la última oportunidad para escucharla en Ruta 61, a las 21 horas. Abre Vieja Estación. Entrada: 250 pesos. Baja California 281, colonia Hipódromo Condesa. Teléfono 3096 3021.