Luz prístina
Las portadas de los discos fungen de maneras asombrosas. Una orquídea es a su vez una forma también de conocimiento. Forma parte de las maravillas del planeta, que es un ser vivo. Su belleza, la del planeta y la de la orquídea, se manifiesta en mil maneras, y una de ellas es la sorpresa encerrada en este disco, cuyo enamoramiento surge de la vista. Se titula Tonos y Tonadas (m.a recordings) y recoge el tesoro musical que Mesoamérica y Sudamérica devolvió a los sangrientos conquistadores: una música prodigiosa que influyó en el barroco europeo y cuya base son las tonadas, básicamente baladas y música instrumental de una riqueza espiritual que no se producía en el Viejo Continente. El rescate se debe al conjunto belga La Cimera, que lo grabó en una antiquísima iglesia de su país con resultados francamente alucinógenos. Más belleza, mayor conocimiento. Más luz al mundo.