Usted está aquí: domingo 29 de octubre de 2006 Espectáculos Reconoce jurado de Trieste la complejidad de Mezcal

Triunfa en el festival de cine latino, en la ciudad italiana

Reconoce jurado de Trieste la complejidad de Mezcal

La obra, del mexicano Ignacio Ortiz, fue elogiada por emplear "un lenguaje particular, con el cual la marca de gran personalidad"

AFP

Ampliar la imagen Fotograma de la cinta mexicana Mezcal

Trieste, Italia, 28 de octubre. Un filme surrealista y trágico, sin tiempo, dominado por el desconsuelo, el alcoholismo y la soledad de sus seis personajes, convenció al jurado del Festival de Cine Latinoamericano de Trieste que premió Mezcal, del mexicano Ignacio Ortiz.

Vencedor este año del mayor galardón que concede la Academia Mexicana de Arte y Ciencia Cinematogáfica, Mezcal es una alegoría de un mundo sin sueños ni futuro.

Inspirado libremente en el libro del británico Malcom Lowry, Bajo el volcán, cuya acción transcurre en México -e inspiró también al maestro John Huston-, el filme narra un día de los personajes que coinciden en el bar Farolito, cantina del perdido pueblo de Parián, donde sólo se toma mezcal, bebida típica de Oaxaca.

Para su tercera película como director, Ortiz escogió una historia trágica, entrecruzando personajes sumidos en el desamor, que encuentran consuelo sólo en el alcohol y en escuchar las tristezas de los otros.

El fantasma de la muerte ronda todo el tiempo en el filme, en el que alternan escenas surrealistas y referencias cinematográficas, como los paseos de la orquesta de desesperados, al estilo de Luis Buñuel o Emir Kusturica; el pedido de venganza materno a un hijo adolescente, tan impregnado de mitología, o las enormes alas de pájaro que acompañan al desconocido compositor extranjero.

"Un filme misterioso y complejo", lo definió el jurado de Trieste, compuesto, entre otros, por el mexicano Jorge Fons y la italiana Claudia Bedogni, del Instituto Luce, al reconocer el lenguaje particular de la película.

Ortiz, autor de los guiones de La mujer de Benjamín y Sin remitente (ambos filmados por Carlos Carrera), así como del premiado filme de su autoría Cuento de hadas para dormir cocodrilos (2001), fue elogiado por "el modo delicado y a la vez resuelto con el que dirigió la historia", y por "el lenguaje particular que emplea, con el que marca la obra de gran personalidad".

"Mezcal es una alegoría de la muerte, sobre la existencia y el destino. Y el mezcal -la bebida-, en el filme, es el puente entre la conciencia y la inconsciencia", escribió el director, quien se encuentra en México.

Además de cine de autor, fueron proyectadas y premiadas esta semana en Trieste películas de denuncia social, así como filmes sobre temas más íntimos y personales, que indagan sobre el propio pasado, a veces familiar o colectivo.

Argentina, país invitado

La cinematografía argentina, una de las más originales y dinámicas del continente, numerosas veces galardonada en Trieste, fue la invitada especial de la reciente edición, que se clausura hoy con la proyección de los filmes vencedores.

Como homenaje a la memoria, Trieste seleccionó 30 filmes argentinos dedicados a los desaparecidos, bajo el lema "Treinta filmes para 30 mil desaparecidos con ocasión de los 30 años del golpe militar".

La célebre Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, en Cuba, donde se ha formado en los recientes 20 años buena parte de las nuevas generaciones de cineastas latinoamericanos, recibió el Premio Salvador Allende, creado hace tres años para obras o entidades particularmente comprometidas.

Se programó una retrospectiva del cineasta mexicano Jorge Fons, de los primeros mexicanos que realizaron estudios formales de cinematografía, e incluyó el filme Rojo amanecer (1989), primera cinta que hace referencia directa a la matanza de Tlatelolco, en 1968.

El festival, cuya programación será en parte proyectada en varias ciudades italianas, entre ellas Roma, Milán y Cremona, este año tuvo poca asistencia de público.

"Cada edición es un verdadero desafío. Parece que el esfuerzo que hacemos cada año con un programa variado, no es suficiente", lamentó el director del festival, el chileno Rodrigo Díaz.

El violín gana en Quito

Por otro lado, en Quito, Ecuador, la cinta mexicana El violín, de Francisco Vargas, junto con la ecuatoriana Qué tan lejos, dirigida por Tania Hermida, y la producción brasileña Prohibido prohibir, de Jorge Durán, ganaron los premios a los mejores largometrajes en el Festival de Cine Ecuatoriano Cero Latitud, informaron los organizadores del encuentro.

 
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