Los ingresos del país se elevarán de 500 millones de dólares a 4 mil mdd anuales

Multinacionales petroleras firman nuevos contratos con el gobierno de Bolivia

ROSA ROJAS CORRESPONSAL

La Paz, 29 de octubre. Enfundado en su famosa chompa (suéter) guinda y azul con rayas blancas, Evo Morales Ayma, presidente de Bolivia, saludó, uno a uno, a los representantes de las ocho poderosas empresas petroleras multinacionales que la última década explotaron a su real saber y entender las riquezas petrolíferas del país, luego de que firmaran los nuevos contratos en los que aceptaron las condiciones de la nacionalización decretada el pasado 1º de mayo.

De esta forma, el indígena aymara recuperó para su país la propiedad y el monopolio en la comercialización e industrialización de los hidrocarburos que los trajeados egresados de las universidades de Chicago y Harvard, entre otras, cedieron hace una década a las trasnacionales con la "capitalización" de las empresas estatales.

Detrás de este acto, realizado los primeros minutos de hoy, está la insurrección de un pueblo que desde el año 2000 inició la lucha por recuperar sus recursos naturales con la Guerra del Agua y en 2003 ofrendó en la Guerra del Gas la sangre de 65 muertos y más de 400 heridos.

Evo Morales afirmó en su discurso que esta es la "nacionalización sin expropiación". Esa que demandaban en su Agenda de Octubre aquellas masas insurrectas.

"Misión cumplida", sentenció el mandatario, para luego señalar que ahora viene la etapa de la industrialización.

El pasado viernes habían firmado los nuevos contratos los representantes de la francesa Total y la estadunidense Vintage. En la madrugada de este domingo desfilaron por el auditorio del palacio de Comunicaciones, el mismo donde fueron "capitalizados" los activos hidrocarburíferos bolivianos hace una década, los responsables de Matpetrol, Gonzalo Dorado; de Pluspetrol Bolivia Corporation, Salomón Aclí; de British Gas Bolivia Corporation, Ricardo Muchi; de Repsol YPF, Enrique Locutura; de Andina, Luis García Sánchez; de Chaco, Ricardo Sreberning; de Petrobras Energía, Gonzalo Villegas; y de Petrobras Bolivia, José Fernando Freitas.

Cada ejecutivo estampó su firma en el contrato respectivo, negociado en arduas jornadas, desde que el 1º de mayo se estableció un plazo de 180 días para que las empresas emigraran hacia los nuevos contratos o dejaran de operar en el país. Por YPFB firmó los contratos su presidente, Juan Carlos Ortiz.

Se estima que las diez empresas invertirán en los próximos años unos dos mil millones de pesos. Sus contratos son por periodos de entre 23 y 30 años de duración. El ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, indicó que los contratos fijan un impuesto de 82 por ciento para los llamados megacampos y porcentajes menores para los más pequeños. Con Vintage se estableció una distribución de 50-50.

En su discurso, Morales Ayma señaló a las petroleras que habrá seguridad jurídica, la que reclaman permanentemente, y les pidió que participen también en la siguiente etapa, la de industrialización.

Aseveró asimismo que de los 500 millones de dólares que está recibiendo por las exportaciones de gas, Bolivia pasará a recibir, de aquí a cuatro años, más de 4 mil millones de dólares, lo que ayudará a resolver los problemas económico-sociales del país.

El mandatario manifestó su confianza en el apoyo de los presidentes de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y de España, José Luis Rodríguez Zapatero, para el desarrollo del país.

Por su parte, el presidente de YPFB explicó que los nuevos contratos serán enviados para su aprobación al Congreso, tal como lo establece la Constitución, lo que no se hizo antes.

Ortiz comentó, por otra parte, que con Petrobras quedaron pendientes las negociaciones en lo relativo al precio de venta del gas y el precio de venta de las acciones de las refinerías.

También está pendiente la adquisición de las acciones de Transredes, Chaco y Andina, ya que el decreto de nacionalización establece que Bolivia debe poseer 50 por ciento más uno de las mismas.