Festival Olmeca busca promover San Andrés Tuxtla
San Andres Tuxtla. Las espléndidas voces de Lila Downs y la costaverdense María de Barros rubricaron el Festival Olmeca, hace unos días en esta población de la serranía veracruzana.
A lo largo de 10 días los habitantes de la región, que comprende la cuenca del río Coatzacoalcos y las sierras de Santa Martha y la de los Tuxtlas, estuvieron expuestos a variadas manifestaciones de arte, muestras gastronómicas, exhibición de documentales, presentación de libros y los infaltables fandangos con soneros de la región. Todo ornamentado con colorido lanzamiento nocturno de globos aerostáticos -costumbre que proviene de Campeche- y un desfile de mojigangas.
Ambas cantantes tuvieron el encargo de cerrar las festividades tuxtlenses. María de Barros es poco conocida en México, país al que llegó por vez primera. La ahijada de Cesárea Evora se declaró atraída por la música popular mexicana, toda vez que desde niña escuchaba las interpretaciones de Toña la Negra. Desde luego se basó en canciones de su país interpretadas en portugués criollo y cerró con una muy particular versión de La gloria eres tú.
Lila Downs estremeció al respetable, reunido en buen número, con temas de su disco más reciente y añadió canciones como La iguana y La cucaracha, esta última en versión heavy metal, y Tacha la teibolera. Recibió una buena carretada de aplausos por sus interpretaciones.
El festival, auspiciado por el Instituto Veracruzano de Cultura, se efectuó por primera vez y se propone enaltecer los recursos naturales y culturales de la zona, que tiene algo de magia y mucho de espléndida y prodigiosa belleza.
Sopa borracha, galletas de sagú, tamales de frijol y carne de chango -que no es de simio, sino de puerco, ahumada con hojas de guayabo- fueron algunas de las delicadezas de la cocina de la región que se expusieron.
En el corredor del palacio municipal se instalaron mesas para que los artesanos del rumbo mostraran sus trabajos.
Y qué tal si no es el título del libro de José Samuel Aguilera Vázquez, en el que este palabrero -así se hace llamar- radicado en Tuxtepec, Oaxaca, recoge en forma amena relatos sotaventinos. También se presentó En busca del Mono Blanco, documental realizado por el grupo veracruzano Los Cenzontles.