El presidente electo también ofrece a Honduras ser sede de refinería mexicana
Nadie tiene derecho a descalificar mis resultados: Fox
Ampliar la imagen Los presidentes de Honduras, José Manuel Zelaya, y de México, Vicente Fox, luego de reunirse en la residencia oficial de Los Pinos Foto: Guillermo Sologuren
En su visita de trabajo a México, el presidente de Honduras, José Manuel Zelaya, recibió de Vicente Fox el compromiso de trabajar juntos en materia de seguridad, mientras que el presidente electo, Felipe Calderón, le hizo abrigar esperanzas -como ha hecho con otros mandatarios centroamericanos- de que su país puede ser la sede donde se construya la refinería centroamericana.
En la residencia oficial de Los Pinos, Fox y Zelaya sostuvieron un encuentro privado, del cual el mandatario mexicano dijo que "el trabajo coordinado en materia de seguridad está vinculado a la migración, el narcotráfico, a las maras y pandillas". Señaló que estos temas se unen a los del Plan Puebla-Panamá y al energético, en una relación donde Centroamérica ha sido importante en los vínculos diplomáticos del gobierno mexicano.
"El compromiso es trabajar ambos con el mejor programa para ganar la batalla de la seguridad", dijo Fox en la escalinata de la residencia Miguel Alemán.
En tanto, Zelaya se refirió a México como el "hermano mayor" de Centroamérica, y expresó su disposición a "continuar la relación entre los pueblos y gobiernos como buenos amigos y hermanos".
Por la noche, el mandatario hondureño se reunió con Felipe Calderón. Después de la charla posaron juntos frente a los medios y ofrecieron breves mensajes en una carpa instalada para ese fin en el patio de la casa de transición. Como ha hecho con otros presidentes de la región, el michoacano dijo que Honduras es un "gran candidato" para ser elegido como sede la refinería que México pretende construir en Centroamérica.
Refirió que hablaron de los proyectos en curso del Plan Puebla-Panamá, en particular de la interconexión energética y eléctrica en la región, y de cómo generar mayores volúmenes de inversión para enfrentar la pobreza.
El panista explicó que la visita es preámbulo de la relación estrecha que establecerán Honduras y México. Además, declaró que comparte con el hondureño, empresario agrícola y maderero surgido del Partido Liberal (de ideología conservadora), "principios, valores y visiones acerca de la democracia, la libertad, la justicia y la economía".
El mandatario mexicano aprovechó el encuentro para informar que junto con su colega hondureño viajará a Montevideo, Uruguay, para asistir a la Cumbre Iberoamericana. Aunque todavía no se conoce el número de reuniones bilaterales que sostendrá el Ejecutivo mexicano en el contexto de dicha cumbre, se prevé que tenga un encuentro con los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, y con el jefe de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
"Desveladas y largas jornadas"
En tanto, en Boca del Río, Veracruz, Vicente Fox aseguró que "un sexenio tan sólo es un suspiro en la vida de una nación", y justificó los compromisos que no se cumplieron durante su administración, pero resaltó que "lo poco o mucho avanzado es producto del esfuerzo diario, de esas desveladas, esas madrugadas y largas jornadas".
Por ello, aseveró que nadie tiene derecho a descalificar los resultados de su gobierno, que a la vez "es lo que han hecho todas y todos los mexicanos".
En un discurso improvisado, emitido en la ceremonia de entrega de títulos de terrenos nacionales y documentos del Procede a 8 mil 225 campesinos veracruzanos que se reunieron en las instalaciones del WTC-Veracruz, el Ejecutivo afirmó que tanto en materia de regulación agraria como en los rubros económico y social del país, "ya terminamos la tarea".
Dijo que, en especial, la solución de conflictos agrarios y el desvanecimiento de los llamados focos rojos y amarillos por la disputa de la tierra "costó una millonada, pero ya se resolvieron todos". Durante su sexenio -afirmó- se solucionaron 13 conflictos considerados de alto riesgo de violencia y 300 focos amarillos por la disputa entre comuneros que se arrastraba desde hace seis décadas.
Mientras el presidente Vicente Fox participaba en los dos actos realizados en el WTC-Veracruz, un grupo de simpatizantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) se apostaron en la parte exterior de la sede, exigiendo el retiro de la fuerza policiaca y la destitución del gobernador Ulises Ruiz Ortiz.
Con gritos y mantas en las que acusaron a Fox de represor, los manifestantes intentaron llegar al acceso principal del edificio, pero fueron interceptados por elementos del Estado Mayor Presidencial, quienes rodearon el recinto con vallas metálicas para detenerlos.
Con información de Andrés T. Morales, corresponsal